Si la rutina y el “casi siempre lo mismo” están ganando terreno en vuestra vida sexual es el momento de poner remedio. Los juegos sexuales en pareja nos pueden dar mucha vidilla, pero hay algunas cosas que debemos tener en cuenta antes de lanzarnos. Si nos dieran un céntimo por cada artículo sobre romper la monotonía en la cama que hay publicado, probablemente podríamos comprarnos una casa en Maldivas. Y aunque hay mucho escrito al respecto casi siempre se omite una recomendación que te puede salvar de un mal rato tal y como asegura Mamen Jiménez, sexóloga y psicóloga: hay que ir poco a poco.
“En lo sexual, como otras muchas cosas, pasar de cero a cien no es la mejor idea. Por ejemplo, si nunca habéis jugado con comida hacerte un "Samantha", de Sexo en Nueva York (llenarte el cuerpo de sushi y esperar en casa a tu pareja para que coma sobre ti) es como intentar pasar de no practicar deporte alguno a hacer una maratón”, explica. Si habéis pensado empezar con jueguecitos lo suyo es hacerlo poco a poco y con juegos sencillos. Aquí te dejamos algunas ideas de juegos sexuales para hacer en pareja.
Índice de Contenidos (23)
- Dónde y con qué
- Linterna “verde”
- La caja X
- Tres no son multitud
- Twister al desnudo
- Sí, mi señor(a)
- Strip Poker
- El juego de los post-it
- Role-playing (o juego de roles)
- 1, 2, 3... ¡splash!
- La bomba
- No se toca
- Body Painting
- Por la puerta de atrás
- Hot Room
- El ciego
- Dados eróticos
- Sexting
- Adivina que me he metido en la boca
- Jenga erótico
- Frío y calor
- Fotografía erótica
- Verdad o reto
Dónde y con qué
El título no es muy comercial pero el juego supera con creces lo poco atractivo de su nombre. Se trata de vendar los ojos a nuestra pareja e ir "tocando" partes de su cuerpo con diferentes objetos o partes de nuestro cuerpo. “Se ruega erotismo y no ponerse ordinarios, aunque quizá con eso os echáis unas risas, que también es sexy”, explica Mamen.
Un cubito de hielo en la nuca, una pluma cerca del ombligo o el roce de los labios en la ingle son algunos ejemplos para empezar. Sexconsejo: poner algo de música hot para dar ambiente es un plus extra de sensualidad.
Linterna “verde”
No, no es un juego sobre el héroe de cómic (aunque no está mal recordar a Ryan Reynolds, uno de los hombres más guapos del mundo a pesar de esta peli), se trata de coger cada uno una linterna, apagar todas las luces e ir, por turnos, iluminando qué parte del cuerpo quieres que la otra persona te (rellenar a gusto del consumidor).
La caja X
Cada uno, por separado, anota en papelitos individuales cinco fantasías eróticas de las que le gustaría poner en práctica. Doblamos todos los papeles y los metemos en una caja. Una de las dos personas dos sacará un papel, y si a las dos os parece bien la idea, recreáis lo que esté escrito. Cuidado con que escribir una fantasía loca que pueda asustar a la otra persona. Quizá este no sea el momento de confesar que te gustaría ser swinger y abrir la relación, pero puede ser el primer paso para experimentar y explorar esa posibilidad más adelante.
Esta es una manera estupenda de compartir algunas de nuestras fantasías y hacerlas realidad con nuestra pareja. Pero Mamen nos advierte que “para que funcione es importante respetar al otro y no cuestionar sus fantasías”. Esto va de pasárselo bien y de ganar intimidad.
Tres no son multitud
No vamos a hablarte de hacer un trío (aunque podrías hacerlo si ambos estáis dispuestos), sino de incluir un juguetito sexual como parte de vuestras noches de amor. Puede ser para el clítoris (aunque tiene muchos más usos como ya te contamos aquí), probar con algún plug anal (el sexo anal puede ser muy placentero), intentarlo con un conejito o probar cualquier juguete que esté pensado para usar en pareja, aunque ya te adelanto que todos, absolutamente todos, son susceptibles de usarse acompañada.
Twister al desnudo
El clásico juego de Twister, pero completamente desnudos. No solo está cargado de erotismo, también es tremendamente divertido. Y hasta podéis poner un reto para la persona que pierda y darle un extra de placer al ganador, por ejemplo.
Sí, mi señor(a)
Subimos la dificultad con el BDSM. Esta práctica puede llegar a cualquier dormitorio siempre que haya consenso, consentimiento y seguridad. Iniciarse en el BDSM es hacerlo en un mundo de sumisión y dominación que podemos "simplificar" en casa con una venda, y una cuerda, por ejemplo.
Strip Poker
Tal vez te suene este juego, es uno de los juegos eróticos más conocidos. Consiste en jugar una partida de póker (o de cualquier otro juego de cartas) en la que cada mano que se pierda, nos obliga a quitarnos una prenda de ropa. Sencillo, pero efectivo para calentar motores.
El juego de los post-it
Lo primero que hay que hacer con este juego es escribir en varios post-it diferentes tareas picantonas pero en la parte trasera, como dar un beso en los labios, lamer la oreja, morder un pezón con dulzura, acariciar el ombligo… Pon cada uno de los post-it sobre tu cuerpo de manera estratégica y la otra persona deberá cogerlos con los dientes, leer lo que pone detrás y hacerlo. Los límites de las tareas a realizar son los que tú pongas.
Role-playing (o juego de roles)
Esta idea en realidad son dos mil millones de ideas, porque lo bonito de jugar a ser otros es que hay infinitas opciones a elegir. Entre los clásicos está el topicazo de policía y “malo/a", por ejemplo. Dejad volar vuestra imaginación y poneos creativos, que se note que los móviles y las nuevas tecnologías no nos están dejando el cerebro como los espetos en las playas de Málaga.
En cualquier caso, en pos de la felicidad y del disfrute, os dejo tres opciones más contemporáneas:
- Juego de Tronos. No hace falta que diga nada más. Si habéis visto la serie tenéis material para setecientas sesiones de role-playing (y otras cosas), y todas calentitas.
- Dos desconocidos en un bar: podéis quedar directamente en un bar y hacer como que no os conocéis y... bueno, lo que surja. No hay nada como salir un poco de nuestros roles para soltarse la melena.
- Chef y cliente: ¿Cómo? ¿Que no le ha gustado mi plato? Eso es porque no sabe cómo comérselo... Y claro, la chef tuvo que salir de la cocina y ponerse con el cliente del restaurante a explicarle lo delicado de cada bocado, lo sutil del sabor de... Ojo: no hagáis esto con una pizza que hayáis pedido por teléfono, que pierde realismo.
1, 2, 3... ¡splash!
Si hay algo que apetece con este calor es ponerse a remojo y ya si además viene con extra de placer, mejor. Así que para salir de la rutina vamos a pasar del medio seco al húmedo. Piscina, playa, jacuzzi, bañera... La cuestión es que haya un volumen más o menos grande de agua en la que poder zambullirnos. No es un juego per se, pero puede dar mucho juego. Es una manera de combatir el calor en verano que se suma a montárnoslo en la ducha.
La bomba
Por si no lo recuerdas, el sexo es mucho más que penetración y este jueguecito con el tiempo es una manera de no se te olvide. Vamos a jugar con las prohibiciones (siempre excitantes) con el tiempo. En nuestro móvil pondremos una alarma de por ejemplo, 20 minutos (es importante que no sea mucho menos para que el deseo vaya creciendo) en los que está completamente prohibida la penetración.
Eso nos deja tiempo para un buen petting, un masaje erótico a conciencia y cualquier otra práctica en la que no haya nada que se meta en ningún sitio. Una vez termine la cuenta atrás, la alarma sonará y ¡boom!, ya podéis hacer lo prohibido.
No se toca
Es posible que estando solita en casa te hayas tocado pensando en tu pareja, pero ¿te has tocado con tu pareja mientras te mira? El reto está aquí en aguantar sin tocar a la otra persona mientras ella sí se toca. Mira cómo lo hace y toma buena nota (trucazo para aprender a masturbar a tu pareja como un experto/a) pero recuerda que esta vez, no se toca, solo se mira. Al menos la primera vez, porque subirá tanto la temperatura que este juego dará pasa a otros.
Body Painting
El Body Painting es sencillo y consiste en pintar el cuerpo de la otra persona, en zonas erógenas que podéis explorar hasta haceros con un completísimo mapeo sexual. Lo podéis hacer sencillo, con agua y un pincel, o probar con chocolate, por ejemplo, para borrar el dibujo a lametones después.
Por la puerta de atrás
Otra forma de salir de la rutina es probar con una práctica que quizá no has probado todavía: el sexo anal. Si es demasiado para ti iniciarte en esta práctica, aún usando la postura más recomendada para ello por los expertos, puedes probar con un beso negro para empezar por algo más suave.
Hot Room
Te presento al primer Escape Room íntimo del mercado. Para jugar debes escoger una de las cinco historias e ir resolviendo acertijos, puzzles, juegos y enigmas que cada aventura propone para avanzar. Además, para llegar hasta el final también tendrás que recrear con tu pareja las escenas más picantes, para poder escapar de todo menos del placer. Una opción diferente para amantes de los juegos de mesa que no sepan como darle un extra de diversión a sus relaciones sexuales. Cuesta 19,90 euros en Amazon, por si te animas.
El ciego
Una venda en los ojos de una de las personas y si te atreves, una cuerda o unas esposas para que no pueda moverse. La persona vendada estará a merced del otro (en el buen sentido) y podrá disfrutar del resto de los sentidos cuando le priven de uno de ellos.
Dados eróticos
Para este juego hay que hacerse con unos pequeños dados eróticos (como estos), de esos que tienen en uno pintados dibujos explícitos, en otro zonas del cuerpo y en otro acciones como lamer, morder o besar. Ahora solo queda tirarlos y a jugar.
Sexting
El sexo sin penetración también es sexo, y hay una forma de practicarlo y que os pongáis por las nubes en cuanto a deseo se refiere: el sexting. Tiene la ventaja de que no necesitáis estar juntos para pasarlo muy bien y es el alimento ideal para que os devoréis cuando por fin estéis juntos. Eso sí, el sexting hay que practicarlo de forma segura y aquí te contamos cómo.
Adivina que me he metido en la boca
No es lo que parece. O sí, depende de cómo termine. Este jugo consiste en que una de las personas cierre los ojos (o vendarlos) y la otra coma o beba algo. Un chupito de whisky, una fresa, un shot de café, un poco de ketchup… Lo que sea y os apetezca. El juego está en que después de comerlo, os besaréis y la persona con los ojos vendados deberá adivinar qué ha comido o bebido. Muchos besos que luego pueden conducir a mucho más.
Jenga erótico
Este es uno de esos juegos que lleva una preparación extra, pero te aseguro que merece la pena. Lo que haremos será sacar un viejo Jenga (o comprar uno) de madera y escribir en cada bloque una acción o tarea erótica con la que tú y tu pareja estéis cómodos. Por ejemplo: dar un beso con lengua, dos minutos de caricias, un masaje erótico de cinco minutos, sexo oral… Lo que sea. Podéis escribir en todos los bloques o solo en algunos y que el azar haga su magia. Una vez escritos, mezcláis los bloques y comenzáis a jugar. Quien saque el bloque en cuestión, deberá hacer lo que habéis escrito en él.
Frío y calor
Los juegos con diferentes temperaturas son tremendamente excitantes. Puedes probar con un hielo que pasarás por sus pezones (mójalo primero para que no se pegue) y luego con algo caliente como un aceite de masaje con efecto calor. Es importante que no nos pasemos de temperatura, que lo frío no esté congelado y lo caliente no os queme. Ese contraste de temperatura puede ser tremendamente excitante si lo usamos en zonas erógenas.
Fotografía erótica
Vale, antes de nada voy a decirte que este juego es divertido y artístico, pero lo es aún más si esas fotos nunca salen a la luz. Con una cámara, podéis iros haciendo fotos a contraluz, de vuestras zonas favoritas del otro o de zonas en las que te gustaría probar algo interesante. Es el camino para hablar del sexo y conoceros un poquito más, y no hace falta que seais fotógrafos de profesión. Cualquiera puede hacerlo.
Verdad o reto
Este juego que parece sacado de una serie de adolescentes puede tener un punto muy picante. A solas, os iréis turnando para hacer la pregunta “¿verdad o reto?” a la otra persona. Si responde verdad, haz una pregunta picante y si responde reto, a la persona le tocará hacer un reto que suba la temperatura y que puede ser desde hacer un striptease hasta recrear una escena de una película porno. Eso sí, te recomiendo ir poco a poco para calentar el ambiente.
Antes de hacer nada de lo que te hemos dicho, por favor: pactado y planificado para poder disfrutarlo después. Tendemos a pensar que en materia de sexo todo lo que sea planificado o pactado es menos diver, menos pasional y menos de verdad, pero para nada es así, más bien al contrario. El sexo planificado puede ser muy excitante. Si hemos quedado con nuestra pareja para tener un encuentro especial, uno en el que sabemos que vamos a hacer cosas nuevas, vamos a estar pensando en ello hasta que llegue el momento en cuestión.
“No hay nada que alimente más el deseo que pensar en sexo, anticipar en el pensamiento lo que vamos a hacer: es como pre-saborear el postre que sabes que te vas a pedir en tu restaurante favorito”, asegura Mamen Jiménez. Es una forma de cultivar nuestro deseo que siempre funciona.
Además, elegir el plan y prepararlo todo juntos puede ser algo placentero en sí mismo. No es lo mismo tomar unos vinos mientras hablas de cómo quieres que te haga tal cosa o te cuente lo que le pone la idea de... que hablar de a quién le toca limpiar el baño esta semana o de si habéis echado a lavar las sábanas esta semana. Pero eso sí, que todo lo que hagáis nuevo sea siempre consentido y con el positivismo sexual por bandera. Es la única forma de disfrutar de verdad con el sexo.
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