Qué es el ‘king out’, la práctica sexual perfecta cuando existe disfunción eréctil

Uno de los mayores engaños que nos hemos tragado en lo que a sexualidad se refiere, es que el placer orgásmico empieza y termina con el sexo con penetración. De hecho, durante mucho tiempo la palabra coito se asociaba a un encuentro sexual con penetración. Es más, en una concepción tradicional y hegemónica de la sexualidad el modelo sexual actual sigue teniendo como estrella al coito a pesar de que existen muchas formas de disfrutar sin una penetración. Por suerte, gracias a la aparición de juguetes sexuales como el satisfyer, estamos valorando el placer más allá de lo que nos decían que debería ser. El king out es una de esas prácticas con las que disfrutar del sexo pero no como siempre, y es ideal si sufrimos dispareunia o disfunción eréctil.

Qué es el "king out"

Aunque te suene a una novedad sexual, esta práctica es de todo menos nueva. El outercourse es cualquier práctica en la que no exista penetración de ningún tipo, un tipo de sexo que nos permite explorar sin necesidad de que un pene se introduzca dentro de una vagina. Ese sexo que hemos practicado en la adolescencia una y otra vez, como con el petting. Dentro del outercourse no encontramos con la práctica de "king out" que consiste  en prohibir la penetración en las relaciones heterosexuales y que traducido sería algo así como "fuera el rey", es decir, fuera el pene (aunque lo de llamarlo rey no nos gusta nada). 

No se trata de los mal llamados preliminares, que no existen en realidad. Es sexo. Sin medias tintas. Sexo. Si lo piensas bien, la penetración es solo necesaria si buscamos reproducirnos, pero si el objetivo del sexo es disfrutar, no es imprescindible ni mucho menos. 

Los motivos para introducir el king out en tu relación de pareja

El principal motivo para empezar a practicar el king out si tenemos una relación heterosexual es que la gran mayoría de nuestras zonas erógenas se encuentran en el exterior del cuerpo y no en la vagina. Por ejemplo los pezones, el monte de venus, los pies, el cuero cabelludo (sí, es una increíble zona erógena), el cuello, los labios o el clítoris. Para estimularlos ni es imprescindible un pene ni este debe alojarse en la vagina, y al prohibir esa penetración, como hace este juego, tenemos la oportunidad de explorarlo todo.

Cuando nos centramos en la estimulación interna sin integrar esas zonas externas, nos perdemos gran parte de la diversión, especialmente si hablamos de las personas con vulva. Solo el 18,4% llega al orgasmo únicamente con la penetración vaginal. El resto, necesita más estimulación para alcanzarlo. Las caricias, los abrazos, los roces, los besos… son además una forma de aumentar nuestro deseo, y al prohibir de alguna forma esa penetración, los niveles de excitación subirán. 

El king out es una forma de crear intimidad. “Es una forma fabulosa de conocer tu propio cuerpo, así como el de tu pareja, y lo que les da placer a ambos”, asegura la educadora sexual Kiana Reeves, que añade que “para algunas personas, especialmente aquellas con afecciones como SOP, endometriosis, dificultades de movilidad o trastornos sensoriales, el placer con la penetración puede causar dolor o incomodidad” y de esta forma, ese handicap desaparece. Lo mismo que con la disfunción eréctil o la eyaculación precoz en el caso de las personas con pene.

Dentro del king out está permitida cualquier práctica sexual en la que no exista penetración, pero es importante hacerlo con calma y sin prisa, practicando slow sex. Puedes poner música sexy y comenzar por acariciaros lentamente con la ropa puesta, frotando vuestros cuerpos como hubieras hecho en la adolescencia. Poco a poco podéis quitaros la ropa y comenzar con más besos y caricias por todo el cuerpo. Incluso podéis incluir un masaje erótico. 

La masturbación mutua y el sexo oral son bienvenidos y lo único que está prohibido es la penetración, pero te aseguro que no lo echarás en falta porque no necesitas tenerla para llegar a un orgasmo. Ni para disfrutar del sexo sin siquiera correrte. El placer es mucho más que un orgasmo como nos enseñó el método Karezza, así que déjate llevar y disfruta.

Fotos | mimi lalaa en Unsplash, Ron Lach en Pexels

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