“Sólo tu corazón caliente,/ Y nada más.” Así comienza el poema Deseo que escribió Federico García Lorca en 1921. Ojalá fuera tan sencillo y el deseo siempre despertara así, pero hay ocasiones en que la libido parece que se nos escapa entre los dedos y nos encontramos inapetentes, desganadas y sin ningún tipo de deseo sexual.
Es posible que alguien os haya dicho algo como que el chocolate es un afrodisiaco excelente o que “tenemos que tomar ostras” para aumentar la libido, pero lamentablemente la ciencia no avala ni lo uno ni lo otro, tal y como te explicamos al hablar de las verdades sobre los alimentos afrodisíacos en nuestra vida sexual.
Por suerte, sí que hay formas de aumentar la libido según la ciencia, aunque si existen problemas de deseo sin solucionarse y con estos “remedios” no conseguimos nada, lo mejor es acudir a un profesional que nos oriente sobre qué podría estar pasando.
Por qué podemos tener un deseo bajo
María Esclápez, psicóloga y sexóloga, explicaba su libro Inteligencia sexual, que “la motivación que inicia la respuesta sexual no es otra que el deseo”, y este puede cultivarse como si de una plantita se tratase, aunque hay ocasiones en que esa plantita se seca. La libido es fluctuante, por eso tenemos épocas con más deseo y otras con menos.
Inteligencia sexual: Practica sexo inteligente. Desarrolla tu potencial sexual (Estilo de vida)
Ya te hemos explicado en más de una ocasión que el apetito sexual está relacionado con nuestro estado de ánimo o incluso problemas físicos que pueden afectar a nuestra libido. Podemos desde tener mucho trabajo que afecte a nuestro deseo hasta problemas de pareja o enfermedades que tengan como consecuencia una disminución de la libido, como podría ser la depresión.
El estrés, por ejemplo, es el archienemigo de la vida sexual, porque afecta a nuestra libido, pero existen otros motivos por los que puede disminuir el deseo, como el uso de ciertos medicamentos o alguna enfermedad. Es importante averiguar primero si la disminución de nuestra libido está relacionada con algún problema físico o no para actuar en consecuencia, de ahí la necesidad de acudir a un profesional que nos ayude.
Además, la libido al igual que el placer, es diferente para cada persona y no existe un “deseo normal” establecido. Cada persona es un mundo, y un deseo sexual bajo para mí puede no serlo para ti. Tener un deseo sexual bajo o incluso inexistente no siempre es algo malo. No estamos rotas (o rotos) y se puede vivir perfectamente siendo asexual o teniendo poco o nada de sexo. Si aún así, buscas aumentar tu apetito sexual te contamos cómo hacerlo según la ciencia.
Reduce los niveles de estrés
Es uno de los motivos más comunes y que más afectan a la libido. El estrés sostenido en el tiempo tiene efectos negativos física y mentalmente, y también afectan a la salud sexual según este estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine.
Afecta a nuestros niveles hormonales haciendo que generemos más cortisol (la hormona del estrés), que inhibe las hormonas que favorecen el deseo sexual. El cuerpo se centra en resolver el conflicto que nos estresa, reduciendo las respuestas sexuales para “concentrarse”. Así, disminuir los niveles de estrés afectarán positivamente al apetito sexual y mejorarán el deseo.
Activa tu imaginación
Tal y como nos explicó el sexólogo José Luís García, “el cerebro es el órgano sexual por excelencia”, así que usarlo para imaginar situaciones eróticas conseguirá que la libido aumente.
Está demostrado que la lectura erótica tiene efectos en el deseo sexual, al igual que los audios eróticos. Activar la imaginación, por ejemplo, con una fantasía sexual, es una forma de aumentar la libido según la ciencia. Averiguar qué nos gusta (con ayuda de juguetes sexuales como el Satisfyer, por ejemplo) nos ayuda a despertar esa imaginación y buscar nuestro placer, puede ser la herramienta para activar nuestra parte más erótica (y cerebral).
Mediante la masturbación y dejándonos llevar sin prejuicios ni tabúes, imaginando diferentes situaciones, podemos regar poco a poco la planta del deseo de la que te hablábamos antes.
Habla sobre sexo
El estadístico David John Spiegelhalter analizó para su libro Sex by Numbers cuántas veces al día pensábamos en sexo. Según este estudio, los hombres en edad universitaria piensan en el sexo 19 veces al día, pero la cifra sube si se habla más de sexo con tu pareja.
Tener conversaciones sobre sexualidad, practicar sexting o simplemente hablar de vuestras fantasías, tendrá un efecto afrodisíaco no solo sobre ti, también sobre tu pareja. Además si analizamos la importancia que la comunicación tienen sobre las parejas, no solo estaremos aumentando la libido, sino ahondando en la intimidad de la pareja y mejorando así nuestra relación.
Sex by Numbers: What Statistics Can Tell Us About Sexual Behaviour (Wellcome Collection) (English Edition)
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