Tus amigas, la televisión, las redes sociales... Todos hablan de los succionadores de clítoris. Tanto es su poder mediático que hasta las sexólogas han analizado los pros y contras del Satisfyer. Y aunque hay detractoras a las que no convence mucho esto de los succionadores, es más que posible que tú ya tengas uno en casa. Si no tienes del todo claro qué hacer con un Satisfyer o te gustaría sacarle más partido y aprovecharlo al máximo, no worries, hacerte una pro con este aparatito es más fácil de lo que parece.
Y olvídate de que este aparatejo solo sea amigo en épocas de soltería o cuando lo has dejado con tu pareja y estás tratando de superar la ruptura a golpe de orgasmos (te echamos una mano con estos consejos para superar una ruptura), porque con un succionador de clítoris tres no son multitud. Si creíais que el único plan para este fin de semana era escoger algunas películas románticas para ver juntos, estabas equivocada.
Índice de Contenidos (10)
- Cómo usar un succionador de clítoris
- Antes de empezar: relájate
- Aumenta tu excitación antes
- Cómo poner en marcha tu Satisfyer
- Empieza suave, ya irás subiendo la potencia
- Juega con él y no te quedes solo en ponerlo encima
- Después de su uso toca limpiarlo
- Incluir el Satisfyer en tus relaciones en pareja
- Más zonas que podemos estimular con un succionador de clítoris
- Los mejores succionadores de clítoris
Cómo usar un succionador de clítoris
Nadie nace sabiendo y cuando abres la caja con uno de estos juguetes sexuales, pueden surgirte muchas dudas. Lo primero de todo es que sepas que lo que hace es crear unas ondas vibratorias que estimulan el clítoris sin tocarlo. No te aspira ni succiona nada, no te preocupes. Según los expertos de Platanomelón, “generan un efecto sobre el clítoris que, junto con el vaivén de las ondas vibratorias, hace que la sangre fluya con más facilidad por el clítoris”. Es decir, facilita que sientas más en la zona.
Antes de comprar un juguete sexual es más que recomendable que conozcas tu cuerpo y que estés algo familiarizada con tu placer. Con esto queremos decir que saber cuáles son tus zonas erógenas, qué te excita y cuándo siente más o menos placer te ayudará a sacarle más partido a un aparatito como el Satisfyer. Eso no quiere decir que tengas que hacerte un mapa de tu cuerpo o un master en masturbación antes de comenzar a usar un succionador de clítoris, sino que cuanto más y mejor te conozcas, más y mejores serán tus orgasmos.
Antes de empezar: relájate
El primer paso para usarlo es buscar la comodidad, dejando de lado que tienes que cargarlo si es con USB o ponerle pilas si las lleva. Para lograr esa comodidad piensa en que vas a tener una cita, solo que tu pareja esta vez serás tú. Es el momento de tratar a tu cuerpo con el mismo cariño que lo harías antes de una cita con otra persona. Puedes darte un baño relajante, echarte esa crema corporal que tanto te gusta o cualquier cosa que te haga sentir sexy. Obviamente este paso no es imprescindible, pero si nos ponemos hot para que nos vean otras personas, ¿por qué no hacerlo para ti?
Aumenta tu excitación antes
Toca ponernos en situación, así que piensa en poner unas velas para conseguir una luz tenue en la habitación, buscar una lista de música con las canciones más sexys para sentirte con el mood adecuado, e incluso vestirte con lencería con la que te sientas a gusto. Plantéate este encuentro con tu persona como lo harías con una primera cita con otra persona.
Como con el sexo en pareja, necesitas un tiempo de preparación, sobre todo las primeras veces que lo uses y hasta que te habitues a él. Ponte música suave, apaga o baja la luz, comienza a acariciarte el cuerpo, piensa en alguien (te dejamos una lista con los chicos más guapos del mundo para inspirarte)… La clave es que estés lo más a gusto posible. Puedes incluso tirar de estímulos visuales (como con estas series sin tabúes en las que el sexo es protagonista), probar a escuchar audios porno o cualquier cosa que te ponga a tono. Es mucho mejor comenzar cuando ya estás excitada y con el deseo en marcha.
Cómo poner en marcha tu Satisfyer
El succionador, sea de la marca que sea, tiene una abertura redonda que es la que tienes que colocar sobre tu clítoris. No se introduce nada ni tiene contacto directo con el clítoris. Solo colocas encima y listo.
Para ponerlo en marcha solo tendrás que pulsar el botón de encendido y después regular la potencia con el más y menos en casi todos los modelos existentes. Aún así, cada uno de los juguetes debería venir con un pequeño manual de instrucciones.
Empieza suave, ya irás subiendo la potencia
Si lo primero que haces es ponerlo en el clítoris sin estar casi excitada y con la máxima potencia, es muy probable que te resulte molesto. Recuerda que es un órgano muy sensible y hay que tratarlo con cariño y mimo. Por eso es buena idea usar un poquito de lubricante que te ayude al principio a mitigar las sensaciones, especialmente si aún no estás lo suficientemente excitada.
Juega con él y no te quedes solo en ponerlo encima
No tengas miedo a moverlo, a buscar la posición y la postura que te resulte más agradable. Puedes jugar con la potencia subiéndola y bajándola a voluntad. Si notas poco, súbela, y si es demasiado, baja hasta que sea agradable, nunca molesto. Irás notando que poco a poco comienzas a sentir más y más hasta alcanzar el orgasmo.
Después de su uso toca limpiarlo
Es importante que cuando acabes, limpies el juguete de forma adecuada antes de guardarlo. Lo mejor es con agua y jabón neutro y dejándolo secar antes de dejarlo en un lugar fresco y seco.
Incluir el Satisfyer en tus relaciones en pareja
Al contrario de lo que pueda parecer, el satisfyer no es para todos. Hay personas a quienes no les resulta excitante. No tiene por qué ser tu juguete erótico estrella, o puede que hasta te resulte molesto si eres muy sensible en la zona del clítoris. No te preocupes, puede usarse de más formas y acoplarlo por ejemplo, en una relación con tu pareja.
Cualquier sex toy es ideal para usar en pareja. Pueden formar parte de juegos sexuales o ser un complemento que facilite que ambos lleguen al orgasmo. Y no, para nada debería ser un impedimento en tus relaciones de pareja, ni dificultarte el hecho de tener orgasmos con ella.
Pensar que un juguete sexual, sea el que sea, puede acabar con nuestra relación de pareja, es no entender cómo funciona el sexo, porque puede ser el complemento perfecto para cualquier tipo de relación, hasta las de amigos con derechos. No solo nos ayudará a aumentar el deseo sino a ponerle un punto diferente a nuestras relaciones sexuales. Ya sea a solas o en pareja, el succionador de clítoris puede ser tu aliado para tener mejores orgasmos o simplemente para disfrutar de tu cuerpo o de tus relaciones sexuales en pareja de una forma nueva, divertida y placentera.
Más zonas que podemos estimular con un succionador de clítoris
En el caso de los succionadores de clítoris no os centréis solo en el clítoris. Puede estimular el glande si tu pareja es un hombre, o incluso los pezones. La sensación de ligera succión puede ser agradable en cualquier zona erógena de tu cuerpo (o del suyo). Además puede ser un complemento durante la penetración y servirte como ayuda para alcanzar el orgasmo. Piensa que cuando tienes un orgasmo y se producen las contracciones uterinas y vaginales, éstas estimulan aún más el pene. Puede ser la opción para tratar de conseguir llegar juntos al orgasmo.
Los mejores succionadores de clítoris
Para empezar en el mundillo lo ideal es hacerte con un modelo sencillo como el Satisfyer Pro 2 Next Generation, aunque te recomendamos la versión más nueva, el Satisfyer Pro 2 Generation 3. Además del Satisfyer más clásico que te comentaba al principio de este artículo, existen variantes como el Satisfyer Curvy +2 que tiene la particularidad de que puede funcionar conectado a una aplicación en el móvil.
Otras opciones son por ejemplo los succionadores de clítoris de LELO, que ya te explicamos aquí al detalle. El más sencillo es el Sona 2, que en su versión Cruise es aún más silencioso y efectivo. Nuestro favorito es el Sila, que ha sacado una versión Cruise que hemos podido probar, y que en su anterior versión es más económica pero igual de placentera.
Ahora que tienes la teoría aprobada, solo te falta el examen práctico para saber si lo aprendido, funciona contigo.
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Fotos | Aiony Haust en Unsplash
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