Aunque las yemas son una joya nutricional, también puede interesarno preparar tortillas solo de claras, o con mayor proporción de estas. Combinadas con verduras como el brócoli se convierten en un almuerzo o cena saludable en muy pocos minutos. Esta receta, que se puede adaptar en casa, es un plato completo para cenar ligero. De hecho, según nuestras necesidades nutricionales, esta tortilla de brócoli podría ser un plato único completo para una sola persona. Aunque se le puede añadir alguna ensalada o unas tostas.
Empezamos cortando los 200 gramos de floretes del brócoli en trozos pequeños y que tengan un tamaño similar, aproximadamente. Aunque también podemos dejar algunas más grandes que otras para darle otra textura. A continuación, reservamos los troncos y tallos para otra preparación o aprovechamos para pelar la parte más leñosa y añadirlo también. Después, lavamos y escurrimos con cuidado.
El siguiente paso es cocer brevemente (unos cinco minutos) al vapor o en el microondas con un poco de agua y cubriendo con tapa apta para micro o con film. El objetivo es dejarlo tierno pero aún firme, un poco al dente. Aunque, si se prefiere más tierno, se puede dejar más tiempo.
Batimos las claras de huevo en un recipiente junto con la leche o nata líquida y todas las especias y aderezos al gusto. En este paso se incorporaría también la levadura de cerveza nutricional, que es opcional. Otra idea es añadir un poco de queso rallado fino.
Después, engrasamos de forma homogénea una sartén antiadherente de unos 20 cm diámetro y procedemos a calentar a fuego medio. Salteamos el brócoli ligeramente con un poco de sal para darle un toque crujiente y, a continuación, añadimos la mezcla de claras y removemos para repartirlo homogéneamente todo bien.
Bajamos el fuego y tapamos. Dejamos que se vaya cocinando suavemente durante unos minutos hasta que el borde quede más firme que el centro cuajado, pero aún jugoso. El objetivo es que se pueda levantar la tortilla con una lengua o espátula fina si se introduce por el borde.
Aunque a esta tortilla no se le da la vuelta, podríamos hacerlo como si fuera una de patatas y servirla boca abajo, pero queda más vistosa de esta forma. También podríamos usar el horno para cuajarla, pero la verdad es que nos podemos ahorrar el encenderlo simplemente cuajando a fuego suave y usando una tapa.
Cuando esté al punto deseado, apagamos el fuego y pasamos la tortilla a una fuente. Por último, servimos con perejil fresco o cilantro picado.
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