El turismo gastronómico parece que es un invento reciente y que lo han puesto de moda las agencias de marketing y los influencers más modernos. Pero lo cierto es que quienes disfrutamos de la buena comida, llevamos años cultivando el placer de descubrir las zonas que visitamos a través de gastronomía, conociendo esos restaurantes en los que se roza la felicidad por la calidad de los productos que ofrecen.
Esa filosofía de vida se lleva a la máxima en Galicia, una Comunidad ideal para hacer una escapada cada cierto tiempo con el fin de disfrutar de una oferta gastronómica de lo más variada que mezcla lo mejor de la tierra y del mar. Y hoy, os proponemos un recorrido gastro por esta comunidad del noroeste de España a través de sus platos y productos más representativos, más allá del pulpo á feira o de sus empanadas.
A Coruña: marisco y tortilla de Betanzos (para ir abriendo boca)
A Coruña es un buen punto de partida para comenzar con esta ruta gastro por la comunidad gallega. En esta zona, los mariscos juegan un papel clave en su cocina gracias a la riqueza de sus costas. Entre los productos del mar, destacan los percebes de la Costa da Morte, las ostras planas de la ría de Arousa, con su sabor delicado y esa textura suave, y la centolla gallega, con ese sabor a mar inigualable.
Para conocer ese producto, nada mejor que visitar el mercado de la plaza de Lugo de A Coruña, desde donde se surten los bares y restaurantes del entorno. En esta provincia gallega tampoco podemos dejar de probar la tortilla de Betanzos. Esta tortilla es típica por su huevo poco cuajado y por su sabor a huevo y patata.
Y de Betanzos nos vamos hasta Santiago de Compostela destaca un plato que también se puede disfrutar a lo largo y ancho de Galicia: el pulpo á feira. Este plato parece sencillo de elaborar, pero no siempre es fácil encontrar un pulpo rico que tenga la textura y el sabor adecuado. Cortado en rodajas y aderezado con aceite de oliva, pimentón y sal gruesa, este pulpo se sirve en tablas de madera acompañado de cachelos, o patatas cocinas. En Santiago se puede probar en lugares como El Mesón do Pulpo de Vista Alegre (Rúa de Vista Alegre, 57) y O Tangueiro (Rúa da Ponte de San Lázaro, 10)
En la capital gallega tampoco puedes dejar de probar la ternera gallega (protegida con la denominación de origen), los chuletones a la parrilla o el caldo gallego, una sopa deliciosa hecha con patatas, grelos, alubias y carnes varias. Además, para conocer la gastronomía de la ciudad, nada como salir de tapeo o acercarse por el mercado de Abastos de Santiago, donde además de ver el producto in situ, hay restaurantes y puestos para comer rico y bien.
El mejor arroz con bogavante, en la provincia de Lugo
A Cofradía de Rinlo
El bogavante gallego tiene un sabor extraordinario, y es de color negro azulado con manchas claras, diferente del americano que es de color marrón. Para comerlo, hay muchos sitios y recetas, pero en particular, en Rinlo, en la provincia de Lugo, se elaboran algunos de los mejores arroces con bogavante que vas a probar en tu vida, en lugares como A Cofradía.
Estos arronces (doy fe de ello) ser sirven en la propia olla, y son ricos, sabrosos y con bogavante abundante, nada que ver con esos arroces donde el bogavante hay que imaginárselo, o como mucho, te sale una cáscara insulsa. Además, después de comerlo puedes dar un paseo por Ribadeo o por la cercana playa de las Catedrales para bajar el arroz.
Pero si te queda espacio en el estómago, también puedes acercarte por Mondoñedo, donde la tarta de Mondoñedo. En O rei das Tartas podrás probar este icónico postre.
En Ourense, vinos y empanadas (entre otras cosas)
Muchos de los productos más reconocidos de la gastronomía gallega se producen en la provincia de Oruense, y varios de ellos están protegidos bajo el sello de las denominaciones de origen. Desde carnes y patatas al vino. No en vano, en esta provincia hay cuatro denominaciones de origen (Ribeiro, Valdeorras, Ribeira Sacra y Monterrei), con vinos elaborados con uvas autóctonas como Godello, Albariño, Treixadura, Mencía, Brancellao y Merenzao.
Algunos de estos vinos se pueden acompañar de una deliciosa empanada. Este plato se puede encontrar en toda Galicia, aunque en Ourense hay lugares muy destacados para probarla, desde las que llevan los rellenos más tradicionales, a los más innovadores, con lamprea, o con zorza (una carne adobada).
Entre los sitios más recomendables, destacan direcciones como panadería Palillos (Rúa Esteos, 1), donde no hay que dejar de probar su empanada de zamburiña, o en la Panadería San Marcial, con carne, bonito, bacalao, mejillones, zamburiñas, zorza, pollo, congrio o incluso una vegetal.
Además, en esta provincia no hay que dejarse de probar la carne o caldeiro, una receta con carne cocida servida con patatas y regada con aceite de oliva y pimentón, las anguilas del río Miño, o las verduras como los grelos, complemento imprescindible del lacón.
En Pontevedra, Albariño y mariscos
Si hay un vino famoso fuera de Galicia, ese es el Albariño . Este vino blanco de prestigio internacional entra súper bien con el marisco que se puede tomar en localidades como O Grove, un municipio conocido como el paraíso del marisco, sin olvidarnos de cualquier pueblo de las Rías Baixas, el lugar perfecto para disfrutar a lo grande de mejillones y vieiras, entre otros maricos recién recogido. Importante, probar las Ostras de la parroquia de Arcade.
Más allá del marisco, no hay que dejar de probar la lamprea, un pescado azul que habita en profundidades de 200 y 400 m de profundidad y que se prepara de multitud de formas. Entre ellas, destaca la elaboración en su propia sangre.
Además, es recomendable visitar una conservera de la provincia para aprender un poco del proceso de elaboración de estas delicias que luego podemos degustar en nuestros hogares. En localidades como Vilagarcía de Arousa o en Carril hay algunas conserveras visitables, como Los Peperetes.
Fotografía de portada | wirestock para Freepik
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