Hay series para tener de fondo mientras estudiamos y otras para ver en bucle una y otra vez sin cansarse jamás. Porque no son solo un entretenimiento, las series también perfilan nuestras ideas y marcan generaciones. Ya lo hicieron Carrie Bradshaw y sus amigas hablando abiertamente de sexo cuando nadie más lo hacía. Pero no fueron las únicas: estas son las 19 que han definido a la generación millennial.
Romper roles de género: Punky Brewster (1984-1988)
Esta pequeña de seis años cargó a sus espaldas mucho más trabajo del que pensamos. En un momento en el que todas las niñas queríamos vestir de rosa y ser bailarinas y princesas; ¡Punky soñaba con ser astronauta! Es, sin lugar a dudas, el primer intento de romper los roles de género que recordamos (y que sigue siendo una asignatura pendiente en sociedad).
Los padres que puedes con todo: Padres Forzosos (1987-1995)
En su momento nos parecía una comedia light que lanzó al estrellato a las gemelas Olsen. Sin embargo, la figura de Danny Tanner es todo un referente de la cultura pop, por romper los roles de género y demostrar que los padres también cuidan, miman y se hacen cargo de sus hijos sin que eso los afemine. Hoy nos parece lo normal, pero a finales de los 80's era otro cantar.
Los adolescentes también existen: Salvados por la campana (1989-1993)
Hoy en día es el formato más típico de adolescentes: un grupo de amigos en el instituto con sus historias de amor, sus idas, sus venidas, sus discusiones y sus "primeras veces". Pero en esa época unió a todos los millennials del mundo, porque no existía ninguna serie que reflejara las vidas teen. Después vendrían muchas otras, pero esta fue la pionera.
Black Power con humor: El príncipe de Bel-Air (1990-1996)
Que un rapero afroamericano protagonizara una serie de televisión fue una apuesta arriesgada para NBC. Pero se lanzaron y con ello rompieron prejuicios muy arraigados en la sociedad. Fue la primera serie que dio presencia a la raza negra en televisión más allá de criminales o gente de la calle. Al contrario, vimos a una familia de clase alta que nos hizo reír y desafió estereotipos durante los 90's.
El primer body-positive: Yo y el mundo (1993-2000)
Corey Matthews y sus amigos nos enseñaron muchísimas cosas, desde la importancia de escuchar a nuestros mayores hasta a aceptar que no todas las familias son iguales. Pero si por algo cambió nuestras miras fue por ser una de las primeras veces que vimos en televisión a una mujer curvy. Topanga fue un referente de body-positive al que atenernos más allá de los cánones de belleza establecidos.
La amistad como familia: Friends (1994-2004)
En los últimos años, Friends ha sido tachado por algunos como "homofóbica". Sin embargo, hay que saber ver las historias en su tiempo. Y, para su tiempo, Friends tiene mucho mérito. Porque fue el primer lugar en el que vimos mujeres independientes que no eran madres a los 30, sino aún jóvenes con mucho que vivir. En Friends vimos también las primeras referencias a una comunidad LGTB normalizada, con la ex-mujer de Ross.
No necesitamos un príncipe azul: Buffy Cazavampiros (1997-2003)
¡Qué decir de nuestra Buffy! Dejó claro que las chicas son guerreras y no necesitan un príncipe azul que las salve. Pero también puso al mando de salvar el mundo a una pareja gay, a un demonio en busca de una segunda oportunidad y a un nerd, alejándonos de los clásicos héroes que se veían en televisión. La Scooby Band marcó tanto a nuestra generación que el reboot que han anunciado se ha convertido en una de las mejores noticias para los millennials.
Ambición en el sexo y en el trabajo: Sexo en Nueva York (1998-2004)
Fue la primera vez que vimos a cuatro mujeres tomar las riendas de una serie de éxito. Gracias a ellas y su moda provocadora aprendimos que no todo en esta vida es tener una relación. Ellas fueron pioneras en hablar de sexo de forma abierta, pero también de éxito laboral, de ambición en el trabajo y de desarrollo personal. Con ello nos inspiraron a querer más y a no conformarnos, ni en el sexo ni en el trabajo. Su poder liberador llega hasta nuestros días.
La normalización de relaciones LGTB: Dawson Crece (1998-2003)
Mucho drama adolescente. Mucha relación emo con intensidad que solo comprenden los jóvenes. Pero Dawson Crece fue también la serie que rompió todas las normas. En ella vimos por primera un beso apasionado entre una pareja gay. Y, por muchos años que pasen, ese encuentro entre Jack y Dough no se ha repetido en demasiados tv shows.
La maternidad en solitario: Las chicas Gilmore (2000-2007)
A simple vista puede parecer una serie básica sobre adolescentes, pero Las chicas Gilmore son mucho más. Nos ofrece una visión de la vida desde la perspectiva de tres generaciones diferentes, barre de lleno el estigma de la maternidad en solitario y da las primeras referencias televisivas de embarazos adolescentes.
El miedo al 'adulting': Arrested Development (2003-actualidad)
No solo las series han tenido un efecto positivo y de avance social en nuestras vidas. También han reflejado nuevas realidades desagradables, ayudándonos a sentirnos más cómodos con ellas. Un ejemplo de ello es Arrested Development, que plasma la complejidad de la adultez con personajes que se niegan a crecer, tienen problemas para buscar trabajo, para mantener una casa o para llegar a fin de mes. 100% la vida media millennial.
El efecto 'social media': Gossip Girl (2007-2012)
No es una serie realista ni sus personajes son fáciles de identificar. Se trata de un puñado de adolescentes con privilegios y fondos fiduciarios con problemas que distan mucho de los del mundo real. Sin embargo, es importante porque fue la primera serie dirigida al mundo de las redes sociales, plasmando el enorme efecto que puede tener un blog o un comentario en Internet sobre otras personas. XOXO.
Adiós a los eufemismos: Skins (2007-2013)
En medio de una década llena de teen drama de clase alta (The O.C, Gossip Girl), Skins pegó un cambio radical a todo esto, escuchando realmente a la juventud y tratando temas reales que la sociedad no quería tratar. Pérdida de virginidad, drogas y alcohol, desórdenes alimenticios, depresiones, sexualidad y problemas parentales abrieron nuestro mundo y nos hicieron sentir más identificados.
Los nerds son lo más: The Big Bang Theory (2007-actualidad)
Después de 10 temporadas, Sheldon, Penny, Leonard y el resto del grupo se han convertido en una comedia típica de la televisión. Pero eso es porque ya han normalizado el hecho de que fueran los primeros geeks que protagonizaban una serie de masas, incluyendo mujeres brillantes y ambiciosas en su carrera. Nerd is the new normal, que decían a sus inicios rompiendo estereotipos.
Diversidad en todos los campos: Glee (2009-2015)
La magia de esta serie radica en que es aparentemente edulcorada, dulce y juvenil. Pero esto es todo un envoltorio para hablar de temas tan serios como la transexualidad, el travestismo, la homosexualidad, la pérdida de seres queridos, los embarazos no deseados, el racismo y el bullying. Con este grupo de "desplazados sociales" aprendimos diversidad, empatía y comprensión a golpe de números musicales.
Tomar conciencia de nuestras posibilidades y debilidades: Black Mirror (2011-actualidad)
Esta sátira distópica nos muestra un mundo alternativo marcado por el devenir de la tecnología. Muchos lo consideran una crítica a la sociedad. Pero en realidad, Black Mirror no busca culpables. Lo que hace es mostrarnos con ojo crítico las posibilidades de este desarrollo tecnológico en el que vivimos, para que comprendamos el poder que tenemos entre manos y podamos utilizarlo de una forma correcta. ¿No es eso lo que hacen con "San Junípero"?
La cara más real (y sin glamour) de la sexualidad femenina: Girls (2012-2017)
Las cuatro amigas neoyorquinas tomaron el relevo donde Sexo en Nueva York lo había dejado. Ya habíamos visto a mujeres fuertes e independientes hablar de forma liberada sobre sus vidas y relaciones. Pero aún quedaban tabús por romper que alejaran el sexo de la película porno que vivía Samantha y lo hicieran real, de a pie. De eso se encargó Hanna, con desnudos, masturbación, enfermedades venéreas y complejos que marcaron un antes y un después en la historia del feminismo y la televisión.
Conciencia del feminismo: El Cuento de la Criada (2017-actualidad)
Otro futuro distópico como el de Black Mirror, esta vez centrado en las mujeres. En un panorama internacional marcado por la victoria de Donald Trump, El Cuento de la Criada nos muestra los peligros de cualquier religión exaltada, del control social extremo y de la desaparición de derechos humanos en favor de un estado. Pero también tiene esperanza, como el hecho de que la sororidad pueda sembrar su semilla incluso en los grupos más vigilados y controlados. Todo un fenómeno de masas en pleno despertar del feminismo.
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