La patata no engorda si la cocinas así. Una receta fácil, barata y muy saciante

Nos sirve de guarnición para un pollo asado o un pescado al horno, y no puede ser más sencilla de hacer

Pastel De Patatas
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Anabel Palomares

Editor

En los últimos tiempos parece que la patata es un alimento que se ha demonizado creyendo (erróneamente) que es una hortaliza que engorda. Como bien afirma el experto en pérdida peso y grasa Matty Sánchez, coach de fitness con más de dos millones de seguidores en TikTok, las patatas no son un mal alimento, incluso si buscamos perder algo de peso. Se trata de un alimento rico en hidratos de carbono complejos, y por si no lo sabías, esos hidratos representan uno de los tres macronutrientes con función energética más importantes. 

La patata contiene minerales y vitaminas como potasio, magnesio, fósforo, vitaminas del complejo B y vitamina C así como hidratos complejos con bastante fibra y contenido acuoso. Y tiene un alto poder saciante. Lo que sí es cierto es que su ingesta es más o menos saludable dependiendo del método de cocinado que usemos. El pastel de patatas es una opción ideal para incluirlas en nuestra dieta sin miedo. 

El pastel de patatas o gratin dauphinois, es un plato típico de la cocina francesa cuya base es patatas, nata, ajo, sal y mantequilla. Tiene su origen en los Alpes franceses, pero la receta es tan sencilla y rica, que ya forma parte del patrimonio de todo el país. Hoy te traemos una versión aún más rápida y menos calórica de este plato, que se convertirá en la guarnición perfecta de un pollo asado o de un pescado al horno. Una versión muy clásica del pastel de patatas, más ligera y simple, pero absolutamente tradicional que también nos puede ayudar a perder grasa si seguimos una dieta equilibrada. 

Cómo hacer un pastel de patatas ligero

Para hacer la receta para 5 ó 6 personas necesitamos un kilo de patatas (a ser posible de tamaño mediano y lo más iguales posibles), 40 gramos de mantequilla (podrías sustituirla por aceite, pero la cantidad es tan baja que si usas una buena mantequilla de calidad, no necesitas eliminarla), leche y 150 gramos de queso rallado, a ser posible uno que funda bien y sea sano, como podría ser el parmesano. También podrías usar ricotta o feta, por ejemplo, dos quesos muy saludables, pero nunca quesos ultraprocesados que se vendan como queso cuando lo que menos tienen es justo eso, queso. Es mucho mejor para nuestra salud que sea un queso curado aunque más calórico, que un procesado de queso.

La receta puede hacerse cocinando las patatas enteras o pelándolas y cocinándolas en trozos. Y como no es lo mismo una cosa que otra, te digo lo que recomiendan los expertos de Directo al Paladar: “si lo que queremos es solo cocer las patatas para guarnición, para puré o para otras elaboraciones, es preferible cocerlas con la piel” porque así mantienen más nutrientes, tienen más sabor y no quedan "aguadas". En nuestro caso, que haremos un gratín de un puré rústico de patatas, vamos a cocerlas enteras, pero podrías pelarlas, partirlas y cocerlas como en esta receta de puré.

Ponemos a hervir agua en una cacerola (la cantidad de agua tiene que ser suficiente para cubrir las patatas), y ponemos a fuego fuerte hasta que empiece a hervir. Mientras, lavamos muy bien las patatas y las añadimos a la cacerola cuando el agua empiece a hervir, echando además una cucharada de postre de sal. Tapamos y dejamos que cuezan a fuego medio alto unos 25 minutos o hasta que las patatas estén cocidas. Para saber si lo están, pínchalas con un cuchillo y si sale suave, es que están listas.

Vamos a encender el horno a 200º en modo grill para que se vaya precalentando mientras hacemos el resto. Escurrimos y pelamos las patatas cuando aún están calientes, y las echamos en un bol donde vamos a machacarlas con un tenedor o con un triturador de patatas como este. A mí me gusta que queden trozos de diferentes tamaños, pero machaca las patatas a tu gusto hasta que tengan la textura que te guste. Ahora le vamos a añadir cuando aún están calientes la mantequilla y un poco de leche caliente hasta que consigas el espesor que te guste. No queremos un puré como tal, sino una textura algo menos cremosa. Es el momento de añadir el queso y mezclar todo bien. Rectifica las patatas de sal y añade un toque de pimienta recién molida que siempre queda bien. 

Toca hornear, así que pasamos a una fuente de horno y aplanamos la superficie. Puedes hacerle líneas usando un tenedor para que quede más vistoso cuando se gratine en el horno, y si quieres, puedes añadirle más queso por encima aunque piensa que aumentará las calorías. Metemos durante 15 minutos o hasta que la patata tenga un delicioso tono dorado y ya tendríamos lista la guarnición sana y perfecta.

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Fotos | Freepik

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