Por la noche no ceno pasta, pero lo parece cuando preparo esta receta tan sencilla con calabacín

Cocinar es una de las cosas que más me gustan en el mundo. Me relaja, me hace sentir bien y sobretodo, me ayuda a llevar una dieta equilibrada, pero no siempre tengo tiempo ni ánimo para meterme más de 20 minutos en la cocina. Por eso tengo un recetario salvavidas lleno de recetas rápidas, fáciles y ricas, con productos que normalmente siempre tengo en casa. El calabacín es uno de ellos, y aunque este plato parezca de pasta, es de verduras, así que es una receta perfecta para una cena ligera. Unas maravillosas cintas de calabacín con mejillones y gambas que tendrás listas en 15 minutos.

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Cintas de calabacín con mejillones y gambas

Para dos personas necesitamos solo un calabacín mediano o dos pequeños, media cebolla, una docena de gambas y otra de mejillones y unos 100 ml de nata para cocinar. Con cinco ingredientes lo tenemos más que listo.

Comenzaremos lavando bien el calabacín para hacer esas cintas. Podemos cortarlo en tiras usando un pelador, o hacer unos espaguetis con un espiralizador de verduras. Si usas el pelador y tu calabacín es grande, corta esas tiras en dos o tres partes de forma longitudinal para que se parezca más a unos fetuccini. Una vez cortado lo que haremos es escaldado o usar un estuche de vapor para que se cocinen un poco. No demasiado, queremos que estén al dente pero no crudos. Si las escaldas, que solo sea un minuto y escúrrelas bien después.

Ahora vamos a hacer el sofrito con cebolla picada muy fina que salteamos en una sartén hasta que esté transparente. Podemos añadirle azafrán, o simplemente sal y pimienta. Añadimos un poco de nata para cocinar o leche evaporada y dejamos que se cocine un poco para luego añadir las gambas peladas y los mejillones limpios y sin su concha que habremos cocido previamente si los hemos comprado frescos. En mi caso, como soy una persona con un tiempo limitadísimo para hacer la compra, lo que hago es que tengo tanto las gambas como los mejillones en el congelador, listos para salir. En el caso de que no tenga mejillones congelados, siempre tengo en la despensa una lata de mejillones al natural que me hacen el apaño y están también buenísimos.

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Rehogamos las gambas y los mejillones un minuto y añadimos las cintas de calabacín ya cocidas para que se integren con la salsa durante un minuto más. En este momento puedes ponerte juguetona y añadir alguna hierba aromática picada como perejil, un poco de albahaca o cebollino, pero justo antes de sacarlo al plato para que no pierda aroma ni color. Si te apetece, un poquito de parmesano rallado siempre queda bien en todo, aunque en esta ocasión no hayamos hecho un plato de pasta clásico.

Si como yo tiras de productos congelados que no necesitas ni pelar antes, el plato está listo en menos de 15 minutos. Una cena ligera rápida y deliciosa.

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Fotos | Jason Briscoe en Unsplash, Clara Farràs en Unsplash, Directo al Paladar

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