Cuando tenía 29 años dejé el trabajo en el que había estado toda mi vida y pasé a trabajar sentada delante de un ordenador. El cambio me costó. Pasé de tener una vida muy dinámica al sedentarismo más absoluto, que se incrementó aún más cuando hace seis años empecé a teletrabajar.
Pero no moverme no es lo que más me costó de ese cambio laboral, sino conseguir que la productividad que había conseguido tener en el resto de trabajos se reflejara también en el teletrabajo. No voy a contarte cómo gestiono mis comidas con ayuda del batch cooking, ni a decirte que desde que trabajo, consigo ahorrar más dinero. Hoy voy a contarte los cinco trucos que me funcionan teletrabajando para aumentar mi productividad.
El deep work siempre en mi equipo
Trabajar desde casa es algo que puede estar plagado de distracciones. Desde esa lavadora que piensas que puedes poner mientras curras hasta el telefonillo que no para de sonar. Y eso sin contar con la mayor de las distracciones: el móvil.
Si quieres aumentar tu productividad el auténtico secreto está en el deep work. La Universidad de California calculó en un estudio que tardamos una media de 23 minutos y 15 segundos en volver a concentrarnos en una tarea después de una distracción. Minutos vacíos que al final de la jornada nos pesan. Vaya si nos pesan.
El deep work es un método pensado para aumentar nuestra concentración. Me concentro en una tarea sin hacer caso a todo lo demás. Nada de móvil, nada de whatsapps y nada de Instagram ni TikTok. Existen aplicaciones para controlar que no entremos, pero es tan sencillo como dejar el móvil en otra habitación.
Un truco que no esperas: nada de música de fondo. La ciencia ha demostrado el impacto de la música de fondo en la interpretación y concentración. De hecho, la música y el ruido interrumpen la memoria de trabajo verbal, y no es lo que queremos. Si tienes un trabajo que requiere concentración podrías probar como mucho con el ruido blanco.
Nada de multitasking
Voy a contarte un secreto: ser multitasking no es la solución para mejorar la gestión del tiempo y ser más efectivas en el trabajo. De hecho se ha demostrado que el cerebro no es multitarea y según esta investigación de la Universidad de Standford intentarlo puede afectar a nuestra capacidad cognitiva.
Es mucho más productivo hacer las cosas de una en una, empezando y finalizando una tarea. Si tienes entre manos un proyecto más grande, puedes dividirlo en subtareas y centrar tu atención en una cada vez. A Tim Cook le funciona, y a mí también.
Teletrabajo sí, pero con horario
Es un error pensar que si teletrabajamos tenemos que estar disponibles 24/7. Desde que planteé mi jornada laboral como si estuviera en una oficina, mi productividad aumentó. Tengo una jornada con un horario de trabajo establecido, y con descansos que cumplo. Desde tomar un café hasta parar para hacer unos estiramientos y aliviar los dolores de espalda.
Y una cosa importantísima, las tareas del hogar como la compra, la limpieza o hacer la comida deben hacerse antes o después del trabajo, no durante. De esta forma sentirás que las horas de tu jornada laboral te cunden muchísimo más.
Un espacio solo para trabajar
Cuando empecé con esto del teletrabajo había días en que escribía sentada en el sofá. Otros en la mesa del comedor. Hasta que no tuve un “despacho” que solo uso para trabajar, no empecé a ser realmente eficiente.
El desorden y la desorganización tienen, según la ciencia, un efecto acumulativo en nuestros cerebros. Evita el ruido visual, ya que el desorden puede hacernos sentir estresadas, ansiosas y deprimidas, y si puedes, invierte en una buena mesa y una buena silla. Tu espalda te lo agradecerá.
Es importante la vida fuera del trabajo
Si quieres alejarte de la procrastinación, sal de casa, queda con gente y ten hobbys antes o después de tu jornada laboral. Nos ayudará a tener una mayor productividad porque estaremos de mejor humor y más despejadas. Y si los planes son fuera de casa, mejor, para conseguir salir de ese círculo de trabajo.
Fotos | Sema Martin, Domenico Loia, Kinga Howard, Nicolás Flor y Dushawn Jovic en Unsplash
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