El reto de ser productivos cuando teletrabajamos: siete pasos para alejarnos de la procrastinación

El reto de ser productivos cuando teletrabajamos: siete pasos para alejarnos de la procrastinación

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teletrabajo

Durante estos días, debido al Estado de Alarma instaurado a causa del COVID-19, muchas personas han comenzado a teletrabajar, en numerosos casos por primera vez.

Una de las cosas que he descubierto después de dos años teletrabajando es que, aunque puede resultar muy cómodo, si no estás acostumbrado puede ser bastante complicado hacerte a ello y la falta de costumbre de vernos en casa, dificulte al principio que seamos productivos. Por ello es importante que nos planifiquemos bien de manera que notemos lo menos posible la diferencia.

Tener un espacio de trabajo separado del de descanso

Uno de los problemas de trabajar en casa es que suelen difuminarse los límites entre el espacio en el que trabajamos y el espacio en el que descansamos y disfrutamos del ocio. Esto puede ser un problema porque no llegamos a diferenciar descanso de trabajo. Es decir, trabajamos en el mismo sitio que luego intentamos relajarnos.

Es importante que intentemos diferenciar un espacio del otro físicamente para poder hacerlo también mentalmente. Por ello, aunque sea tan solo un escritorio, o una mesa, es interesante que dejemos un rinconcito que solo usemos para trabajar y donde tengamos el ordenador y todo lo que usemos para esta tarea.

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Marcarnos unos horarios y cumplirlos

Cuando trabajamos en la oficina o en nuestra empresa, tenemos un horario que normalmente nos viene marcado. Sabemos a qué hora entramos, a qué hora salimos, la hora a la que comemos y los descansos que tenemos. Cuando trabajamos en casa es importante que también nos pongamos unos horarios.

Lo ideal es que mantengamos los mismos que cuando trabajábamos fuera de casa y que recordemos que por estar en casa no significa que estemos operativos 24 horas al día. Cumplir con nuestros horarios, así como descansar lo necesario, son ambas igualmente importantes para ser productivos.

Ducharnos y alejarnos del pijama

La tentación de trabajar en pijama es fuerte durante estos días, pero cuando nos rendimos a ella corremos el riesgo de darnos cuenta un día de que llevamos una semana sin ducharnos y sin quitarnos el pijama. Lo siento, pero por muy bonito que sea, esta prenda no es adecuada ni siquiera para trabajar en casa.

Esto no quiere decir que no nos podamos poner cómodos, pero sí que es importante que nos duchemos y vistamos - aunque sea con ropa cómoda - igual que lo haríamos si fuéramos a trabajar fuera. Esto nos ayuda a sentir que cambiamos de escenario, aunque no lo hagamos físicamente, y salir de la mentalidad "casa/descanso" para entrar en la mentalidad de trabajo.

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Asegurarnos de mantener el contacto con nuestros compañeros

Uno de los problemas que sufrimos cuando estamos acostumbrados a trabajar en una oficina junto al resto de nuestros compañeros, es que al trabajar en casa, especialmente en esta situación, se aumenta la sensación de soledad  y de desconexión con los demás y con nuestro trabajo.

Por ello es buena idea utilizar aplicaciones como Slack que nos permiten estar conectados en tiempo real con nuestros compañeros, con toda la empresa si es necesario, crear grupos de trabajo, etc. No es lo mismo que estar en la oficina, pero puede llegar a parecerse.

Llevar una buena organización con herramientas que puedan ayudarnos

La organización en estos casos es una de las cosas más importantes para conseguir mantener la productividad. En la oficina solemos tener unos pasos claros de cosas que necesitamos hacer, un jefe que nos lo recuerda ocasionalmente, una rutina clara que seguimos cada día.

Sin embargo en casa esto se puede perder un poco. Por ello es especialmente importante que planifiquemos y organicemos todo lo que necesitamos hacer, cómo, en qué orden, etc. Será interesante hacernos con una agenda que tenga suficiente espacio y facilite la organización. También existen aplicaciones y herramientas como Asana que nos ayudan a organizar nuestro trabajo de una manera muy visual y controlar los plazos de entrega.

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Usar música para concentrarnos

Este paso no funciona para todo el tiempo, pero para muchas personas, escuchar música durante su jornada laboral puede ayudar a aumentar los niveles de concentración al mismo tiempo que la productividad. Para otras personas la solución puede estar en escuchar ruido blanco. En cualquier caso, debemos saber que esto tampoco funciona para todo el mundo y, por tanto, tendremos que hacer pruebas. Hay incluso páginas que nos permiten escuchar sonidos similares a los de una oficina. En I Miss The Office nos permiten elegir el número de trabajadores hasta 10 y nos devuelve un sonido de oficina similar al que haría ese número de personas. Tal vez ese sonido de normalidad es lo que necesitamos.

Las tareas del hogar para cuando no estemos trabajando

Pocas cosas hay que distraigan más cuando estamos teletrabajando que las tareas del hogar por hacer. Es muy tentador parar un momento a hacernos la cama, a recoger el lavavajillas, a barrer esa pelusa que nos acabamos de encontrar, etc.

Sin embargo, eso alejará nuestra atención del trabajo y afectará a nuestra productividad. Por ello, es importante que hagamos lo mismo que haríamos si trabajáramos fuera de casa: si nos levantamos con el tiempo justo y no nos da tiempo a hacernos la cama antes de la hora de empezar a trabajar, entonces no la hacemos hasta que terminemos nuestro horario laboral.

Es importante que pensemos que aunque estemos en casa, estamos trabajando y ese tiempo debe ser dedicado al trabajo.

Imágenes | Sexo en Nueva York, Jane the Virgin

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