Anabel Palomares
EditorLas clásicas trufas de chocolate caseras, esa receta que es ya un clásico de la cocina, son puro placer para los amantes del sabor más puro a chocolate, pero pueden resultar demasiado para aquellos menos chocolateros. Sin embargo, la receta que compartía Karlos Arguiñano en sus redes sociales es ideal para romper con esa muerte por chocolate y cambiarlo por algo diferente, muy al estilo argentino: unas trufas de dulce de leche y galletas.
Aunque usaremos cacao en polvo para la cobertura final, no será el ingrediente principal en esta ocasión. Para hacer unas 15 trufas necesitamos 90 gramos de galletas (pueden ser las clásicas galletas María), 100 gramos de dulce de leche y cacao en polvo para rebozar. También puedes probar a rebozarlas con coco rallado, virutas de chocolate o unas almendras picadas.
Cómo hacer trufas de galleta y dulce de leche
La receta solo tiene cuatro pasos: triturar, mezclar, bolear y rebozar. Necesitamos triturar las galletas con un procesador de alimentos como este. Si no tienes, no te preocupes porque voy a darte un truco maestro: metes las galletas troceadas en una bolsa de plástico, tapas con un paño de cocina y golpeas con un rodillo (o una botella, con mucho cuidado) hasta conseguir que se queden en polvo. Una vez listo, solo hay que mezclarlo con el dulce de leche y mover bien hasta que tengamos una mezcla homogénea.
Esta masa es con la que vamos a hacer bolitas con la mano, pero antes, para que sea más fácil darles forma, vamos a meter la mezcla en la nevera durante al menos un par de horas. Vamos a tapar la mezcla con papel film a piel, es decir, que el film toque la masa para que no se cree una costra reseca. Cuando esté bien frío, boleamos con las manos. Para que todas te salgan más o menos iguales, usa una cuchara para porcionar y pasa el contenido a la mano. Si están frías, no se te pegarán nada en las manos. Luego esas bolitas las rebozamos en coco rallado, en cacao en polvo o en un crocanti de almendras, lo que más te apetezca.
Puedes guardarlas en la nevera de nuevo para comerlas en otro momento, pero es mejor que las saques de la nevera media hora antes de servirlas, para que se queden muy duras por el frío. Con un café, son el dulce ideal. Reconozco que si me das a elegir entre esta versión de Karlos Arguiñano y las trufas de tiramisú, elijo las segundas. Pero esta opción es también ideal si os gusta el dulce de leche y queréis terminar con un gran sabor de boca cualquier comida en estas fiestas.
Fotos | Vitor Monthay en Unsplash, Elin Gann en Unsplash
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