Las celebraciones navideñas pueden ser, para aquellos que preparar el menú ese día, una auténtica tortura. No solo por la compra y la preparación, sino por tener que pensar en qué hacer. Para facilitar el trabajo, te propongo un aperitivo exprés que es una maravillosa opción para despreocuparte. Además de servir una tabla de quesos, preparar algunos untables para que vayamos picoteando antes del plato principal es perfecto. Este paté de mejillones aporta el toque marinero a la mesa, pero es tan sencillo de preparar que parece casi un juego de niños.
Nos encanta el paté de mejillones de Directo al Paladar, pero para las fiestas queremos una versión ligeramente más elegante y festiva. La que Joseba Arguiñano, el hijo de Karlos Arguiñano, preparaba en uno de los programas de Cocina Abierta, es justo eso, pero sin convertirse en una receta compleja. Y es que esta receta es simplemente batir. Sin más. Solo necesitas meter los ingredientes en el vaso de la batidora o un procesador de alimentos, aunque con el segundo el resultado será un poquito menos cremoso.
Cómo hacer paté de mejillones
Los ingredientes para la receta de paté de mejillones son una lata de mejillones en escabeche (cuanto mejores sean, mejor quedará el paté), dos pimientos del piquillo en conserva, unos 100 gramos de bonito en aceite de oliva, media docena de langostinos cocidos y para darle cremosidad, mayonesa, vino blanco y queso, que iremos añadiendo según nos guste más o menos espeso. Prefiero usar queso crema, aunque Joseba Arguiñano use cuatro quesitos, porque el sabor del queso crema es más neutro y va a hacer que destaque más el mejillón. Además, va a conseguir que tengamos que añadir menos mayonesa.
Comenzamos por añadir en el vaso de la batidora las conservas escurridas de bonito y pimientos, y los mejillones que sí añadiremos con su líquido. Junto a ellas metemos los langostinos pelados y dos cucharadas de queso crema, además de dos cucharadas de mayonesa y un chato de vino. Si quieres que pueda tomarlo cualquiera de la mesa, puedes omitir este último ingrediente sin problema. O incluso para equilibrar la acidez, añadirle un chorrito de zumo de lima o de limón, pero como hemos añadido el líquido de los mejillones, no haría ni falta.
Batimos muy bien con la batidora hasta conseguir una textura cremosa, pero no demasiado líquida. Si te cuesta y está demasiado espesa, puedes añadir un poco más mayonesa. Cuando lo tengas bien triturado, prueba y rectifica tanto de sal como de acidez. En principio no necesitarías añadir más sal. En este punto podemos añadir perejil picado (o cualquier hierba fresca), añadir picante si nos gusta (con un poco de tabasco o salsa sriracha) o dejarlo tal cual.
Solo te queda guardar en un tarro hermético el paté en la nevera para que se asienten bien los sabores, así que puedes hacerlo el día anterior sin problema. Y un truco que queda divino: emplatar en la lata de mejillones. Queda resultón y divertido.
El chef vasco hace sus propios crackers con semillas de amapola. Es una gran idea si tienes tiempo, pero no es imprescindible porque puedes servirlo con cualquier tosta fina de pan. Por si te animas a probar a hacer unos crackers en casa, mi receta favorita es la de estos crujientes de garbanzo y zaatar, que son sin gluten. Quedan de locos con cualquier untable.
Fotos | Directo al paladar
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