Un plato de Estrella Michelín apto para vagas en la cocina: así es la sencilla receta vasca de Martín Berasategui

Lista en 10 minutos y al estilo de un auténtico chef

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Desde hace un tiempo, las gildas han resurgido como el aperitivo por excelencia. Confieso que no había probado este manjar hasta que me mudé a Madrid, cuatro años atrás. Ahora las veo por todas partes, abren locales especializados en encurtidos y mis amigas y yo nos paseamos religiosamente los domingos a probarlos, mientras acompañamos este clásico con un buen vermut.

Aunque no vengo a hablar de las gildas, sí que lo haré de su ingrediente estrella, las piparras, y es que parece que solo somos capaces de visualizarlas clavadas en un palillo junto a una aceituna y una anchoa. Pues hay un plato vasco en el que son las protagonistas y del que el prestigioso chef donostiarra Martín Berasategui ha compartido su propia versión. Efectivamente, estamos hablando sobre las piparras fritas.

Las piparras son unas finas guindillas de color verde, conocidas por su sabor ligeramente picante y ácido, típicas del País Vasco. Martín Berasategui ya se ha declarado un gran fan de ellas compartiendo su propia receta de las piparras fritas. ¿Lo mejor?, que no necesitamos más de 10 minutos en la cocina y solo requiere de dos ingredientes: piparras y aceite de oliva. Un plato apto para las más vagas a los fogones, pero buenas amantes de la gastronomía. Un grupo en el que me incluyo de lleno.

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El paso a paso para conseguir unas piparras fritas al estilo Martín Berasategui

Lo primero que haremos será lavar las piparras con agua y secarlas en un trapo. A continuación, echaremos abundante aceite de oliva en una sartén a fuego fuerte, nada de escatimar en cantidades, queremos al menos que cubra 2 dedos de altura. Cuando notemos que el aceite está muy caliente, pero sin llegar a humear, metemos las piparras sin amontonarlas y les vamos dando vueltas con cuidado. Este detalle es importante para conseguir un buen resultado, si es necesario las freímos en 2 o 3 tandas, pero es esencial que no queden pegadas unas a otras.

Dejamos que se frían las piparras al menos 20 segundos, no más, para evitar que queden muy doradas. Una vez listas, las colocamos en un plato con papel absorbente y cuando estén todas fritas podemos optar por sazonarlas con un poco de sal, aunque esta última parte es opcional. Puedes servirlas y disfrutarlas recién preparadas o en su lugar dejar que se enfríen y tomar en su versión templada. ¡Una receta de Estrella Michelín en tiempo récord!

Foto | Instagram, Nataliya Vaitkevich en Pexels

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