La regla de los cuatro regalos que recomienda la maestra Eva Matsa para evitar “un sinfín de paquetes que promueven el consumismo y la compra innecesaria”

Nos encantan las luces de Navidad, los reencuentros, la cenas eternas y pasar tiempo, mucho tiempo, en compañía de quienes más queremos, pero esta época de exaltación del amor es también una época de excesos. No solo con la comida, también con los regalos, especialmente de los niños. Reciben tanto y de tantos sitios que terminan sin saber que les han traído los Reyes Magos y Papá Noel y lo más importante: la Navidad termina siendo una muestra más de un capitalismo exacerbado en el que metemos a los niños sin darnos cuenta. 

Esa sobredosis de regalos que parece que les hace mucha ilusión, en realidad también se rige por la ley del rendimiento decreciente: a partir del sexto regalo la ilusión del niño disminuye progresivamente con cada regalo extra. No lo recibe con la misma ilusión y además tiene efectos en el desarrollo socioemocional de los niños. El neuropsicólogo Álvaro Bilbao explicaba en el programa de radio ‘La ventana’ en Cadena Ser que “dejan de apreciar el valor que tiene cada regalo” y que como padres, debemos saber si regalar algo “va a dejar una huella en el niño”. Lo que explica que es que el objetivo de los juguetes es que el niño vuelque su imaginación y ponga muchas horas de juego en ellos, “pero cuando los regalos son excesivos en cantidad, no dejan esa huella en el niño que creemos que es importante”. 

Según explicaba en Psychology Today el Doctor David J. Bredehoft, psicólogo, la cantidad de juguetes afecta la calidad del juego de un niño y “si hay menos juguetes, los niños juegan con ellos por más tiempo y de manera más imaginativa”. Cuando nos pasamos de cantidad de regalos en estas fiestas, podemos caer en el síndrome del niño hiperregalado.

Hay una escena en Harry Potter en la que Dudley cumple años y se enfada porque ese año tiene 36 regalos y el pasado tuvo 37. El primo de Potter es un claro ejemplo del síndrome del niño hiperregalado y es algo que queremos evitar a toda costa. 

Como bien explican los expertos de Bebés y Más, "el exceso de regalos sobreestimula a los niños, reduce su nivel de tolerancia a la frustración (creen que obtienen todo lo que piden) y puede convertirlos en niños continuamente insatisfechos”. Además, recibir demasiados juguetes resta ilusión y desvirtúa el verdadero sentido de la Navidad. La regla de los cuatro regalos, que en algunas ocasiones también pueden ser cinco como explica la profesora y madre Eva Matsa, experta en crianza positiva, es una forma de evitar los efectos negativos de la sobredosis de regalos.

La regla de los cuatro regalos (y un extra)

La regla, como explica Matsa, dice que hay que regalar cuatro cosas: algo que quieran, algo para vestir, algo para leer y algo que necesiten. En la primera categoría puede ir cualquier cosa de la carta a los Reyes Magos, desde unos patines a un puzzle, un dinosaurio, un peluche o ese juguete que sale anunciado en bucle en la televisión. Pero solo uno. 

El segundo regalo es algo para vestirse. Matsa explica que no siempre valoramos la ropa y es un bien preciado, pero no tiene porque ser un regalo aburrido. Si tu hija ama ‘Wicked’, ¿por qué no regalarle una sudadera de la película?

El tercer regalo es algo para leer, aunque hay quien dice que puede ser algo para aprender como unas entradas a un museo. Teniendo tantísimos beneficios como tiene leer, Matsa elige como experta comprar un libro para fomentar el hábito de la lectura en los niños. 

El cuarto regalo, algo que necesiten, hace referencia a cualquier cosa que le haga falta realmente al peque, desde un estuche para el cole a unas botas de fútbol porque las suyas se han roto o un nuevo bañador para sus clases de natación. 

El regalo extra del que hablaba Matsa, es una experiencia que lo ideal es que sea en familia y que nos permite no solo hacer un regalo guay sino pasar tiempo de calidad en familia. “Puede ser algo muy chulo”, explica la experta, porque estar presentes es siempre lo mejor que podemos dar a un niño. 

Según la experta, reducir a 4 ó 5 los regalos que los niños reciben en casa nos hace, “valorar todos los regalos que llegan y no es un sinfín de paquetes que promueven el consumismo y la compra innecesaria”. Además, es “una forma bonita de no dejarse nada pero que tengan de todo”, explica en el vídeo, 

Y no creas que no puede hacerse, se puede. Cuatro regalos es una buena cantidad de regalos y piensa que los regalos del resto de la familia pueden agruparse. Hay un consejo que nos da la psicóloga Iria Reguera y es que “es extremadamente importante que hablemos con nuestros familiares e, incluso, que nos pongamos de acuerdo con ellos en los regalos que les vamos a hacer”, porque todo nuestro entorno también influye en la crianza de nuestro hijo.

Fotos | Teddy, la magia de la navidad (2024), TikTok Eva Matsa, Harry Potter, Twitter Eva Matsa

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