Fotógrafa, modelo, maquilladora, peluquera y estilista (entre otros), definir con una sola palabra el rol que desempeña la estadounidense Cindy Sherman dentro del mundo del arte es arduo, pero no imposible. La experimentación con su propia identidad es el tema entorno al que gira su trabajo y la Fundación Louis Vuitton de París recupera parte de su obra en una exposición titulada A retrospective (from 1975 to 2020) que reúne más de 170 fotografías. Inicialmente, la muestra estaba programada para los meses de primavera y verano, pero fue pospuesta a causa de la pandemia y forma parte de la agenda de propuestas del centro francés hasta el próximo 3 de enero del 2021.
Nacida en Nueva Jersey en 1954, Sherman inició su camino en el mundo de la creatividad como estudiante de artes visuales en el Buffalo State College. Poco duró su idilio con la pintura y las artes plásticas, las amplias posibilidades que le ofrecía la fotografía la conquistaron. Así, inició el modus operandi que ha definido su creación, concebir imágenes en forma de retrato donde ella misma ejerce distintos papeles dentro de la producción fotográfica.
En la ciudad de Nueva York, donde se estableció en 1976, ha desarrollado gran parte de su obra. Actualmente, es considerada una de las artistas más influyentes de las últimas décadas y es una de las principales caras visibles del movimiento Pictures Generation (junto a figuras como John Baldessari y Roberto Longo). Tras el reconocimiento obtenido a nivel internacional gracias a la exposición que le dedicó el MoMA de la Gran Manzana el pasado 2012, la Fundación Louis Vuitton de París revisa de nuevo su legado.
La exposición explora la carrera de Sherman desde mediados de la década de 1970 hasta el presente. La muestra presenta obras que forman parte de icónicas series fotográficas como Bus Riders (1976–2000), Untitled Film Stills (1977–1980) o Disasters (1986–1989) e incluye trabajos nuevos de la artista, donde deja a un lado el autoretrato y apuesta por capturar a figuras masculinas y parejas. La moda ha sido también una industria que ha aplaudido su creatividad, la fotógrafa ha colaborado con firmas como Louis Vuitton (siendo una de las seis artistas invitadas para celebrar el 160 aniversario del monogram de la maison en 2014), Balenciaga y Comme des Garçons. Todas sus piezas tienen algo en común, la indagación en temas tan complejos como la identidad, el género, el rol de la mujer, la clase social, lo grotesco o la estrecha relación entre la realidad y la ficción.
Además de retrospectiva dedicada a la estadounidense, Sherman y el equipo de la Fundación Louis Vuitton han organizado una muestra paralela, bautizada como Crossing views, a selection of works from the Collection, que acoge obras de imponentes nombres como Marina Abramović, Damien Hirst y Andy Warhol. De este modo, París se reafirma como destino imprescindible de la temporada invernal para los amantes del arte contemporáneo.
Fotografías | Fundación Louis Vuitton