Anabel Palomares
EditorEn el año 2024, se vendieron unos 10,4 millones de coches eléctricos en todo el mundo, un 14% más que en 2023. China se colocó a la cabeza con 6,7 millones de coches eléctricos vendidos seguida de Europa con casi 2 millones y EEUU con 1,2 millones. Noruega es el primer país del mundo donde los vehículos eléctricos superan en número a los de gasolina. Sin duda son buenos datos para la electrificación, pero un estudio de S&P Global nos da un dato tremendamente interesante sobre la "transición verde": los coches eléctricos se renuevan cada 3 años y los de combustión, cada 12 años.
Cambiamos menos los coches de combustión. De media, y según datos del estudio citado anteriormente, en EEUU se conservan los coches durante 12,5 años. Si hablamos de coches particulares la cifra aumenta a 13,6 años. En cambio los coches eléctricos se cambian, según el informe, cada 3,6 años. Ahora hay que preguntarse por qué. Está claro que la vida útil de los coches de combustión se alarga y existe una desaceleración en las ventas de automóviles nuevos. ¿El motivo? La respuesta corta es la vida. La respuesta larga incluye precariedad laboral, el hecho de que cada vez haya menos conductores porque la generación Z no se saca el carnet de conducir, el aumento de los precios de los coches o que en ciudad tenemos menos vehículos y preferimos movernos en transporte público, entre otras razones.
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Ricos siendo ricos. Aunque los vehículos eléctricos ganan terreno en el transporte público o en el reparto de empresas logísticas, también hay mercado para particulares. Pero no para todos. En 2024, los vehículos eléctricos nuevos tienen un precio entre 35.000 y 50.000 euros, un casi 50% más que los de combustión. Los hogares con rentas más bajas están atados a coches viejos, como indicaba El País, y los coches eléctricos son para las rentas más altas. Con esto en mente, podemos decir que un mayor poder adquisitivo implica más rotación porque tienen más facilidad para cambiar de coche. Más dinero para hacerse con un modelo con una mejor batería con más autonomía, un modelo más bonito, con más tecnología. Cuando tienes más dinero, el coche deja de ser una necesidad para ser un símbolo más de estatus.
El coche eléctrico es más sostenible, pero con matices. Lanzaré una pregunta al aire: ¿qué crees que es mejor, cambiar un coche eléctrico cada tres años o mantener un coche de combustión durante más de una década? Desde un punto de vista ambiental, en la mayoría de los casos es mejor mantener un coche de combustión durante más tiempo que cambiar un eléctrico cada pocos años. Sí, los coches eléctricos contaminan menos que los coches de combustión, pero si pensamos que la electrificación es un movimiento que busca una mayor sostenibilidad en lo que a movilidad se refiere, tenemos que pensar no solo en las emisiones que se generan al conducir, sino en lo que se genera al fabricarlo.
Los coches eléctricos no emiten gases contaminantes cuando circulan, pero su fabricación no está libre de huella de carbono, de hecho la huella de carbono de las baterías del coche eléctrico es alta. Muy alta, porque se fabrican con contaminantes que no se degradan. A eso hay que sumar que en muchísimas ocasiones, los vehículos eléctricos se cargan con electricidad que no proviene de fuentes sostenibles. El coche eléctrico es más sostenible a largo plazo, pero con una condición: tiene que durarte muchos años. Si cambias un eléctrico cada tres años, como apuntaba el informe, no compesas el impacto de su fabricación en absoluto. Por muy bonito que sea el nuevo modelo o muy poco que contamine su fabricación y uso.
Fotos | Sten Rademaker en Unsplash, Precious Madubuike en Unsplash
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