La soledad no deseada en las personas mayores: cómo podemos actuar ante este problema social

Uno de los temas más preocupantes que es propio de la tercera edad es el de la soledad no deseada. Y es que, parece que este asunto inquieta al 93% de los españoles, según un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto Santalucía.

En el conjunto de Unión Europea, se estima que unos 30 millones de personas se sienten solas con frecuencia, y, según el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES), en nuestro país, durante el año 2023, el 13,4% de las personas sufrieron soledad no deseada, y esta afectó más a las mujeres, con un porcentaje del 14,8%, que a los hombres, con un 12,1%.

El estudio también revela que los perfiles más acusados son las personas mayores de 75 años en general, y, en concreto, los hombres mayores de 85 años con un bajo nivel de ingresos y estudios, mínimo acceso a la tecnología y con una mala percepción de su salud. Además, el 22,9% se sienten solas durante todo el día.

Y es que, son varios los motivos por los que nuestros mayores pueden sentirse solos en algún momento dado, según indica el mismo estudio. El paso de una vida activa a la jubilación, la pérdida de su compañero de vida, las enfermedades, la movilidad reducida, su situación geográfica o el distanciamiento de sus familiares son algunos de los más comunes por los que se puede desencadenar este sentimiento de tristeza y pena que provoca el sentirse solos.

¿Cómo combatir este problema?

Según asegura el mismo estudio, parece que la sociedad española está muy concienciada sobre este tema y se responsabilizan de ser parte de la causa que lo origina, pero, también se pone en tela de juicio a la implicación administrativa y las medidas que habría que tomar para poder atajar la soledad en nuestros mayores, sobre todo, en aquellos grupos más vulnerables.

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Las soluciones que se proponen, más allá del tradicional cuidado biomédico y familiar, son “ensalzar los beneficios de las relaciones de amistad, comunitarias y vecinales, la importancia del voluntariado y de la figura de los cuidadores con los que se establecen vínculos paritarios”. ¿Cómo llevarlo a cabo? Llevando a cabo una serie de pasos que vayan desde la sensibilización hasta la detección a través de estudios, y la toma de acción proponiendo las siguientes soluciones:

Trabajar más en la preparación a la jubilación: detectando perfiles de riesgo.
Incrementar los servicios especializados de atención a la salud mental de las personas mayores.
Crear más actuaciones de detección en residencias de mayores.
Involucrar a la sociedad en la actuación para paliar las cifras de soledad no deseada.
Incentivar la participación de jóvenes en actividades intergeneracionales.
Explotar los beneficios de la tecnología en el diseño de acciones contra esta problemática, como es el caso de Celia, el chatbot por el que la Xunta de Galicia ha apostado precisamente para reducir las cifras de personas mayores con soledad no deseada de la dicha Comunidad.

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Consejos para enfrentarse a la soledad no deseada

Desde la Cruz Roja, nos dan algunos consejos para que los mayores que se sientan solos apliquen, y también a modo de prevención para cuidar nuestras relaciones sociales a lo largo de toda la vida.

Cuidar la relación con nuestras "redes sociales": evitar dejar mensajes sin contestar o preocuparnos por alguien a quien hace mucho que no vemos puede ensalzar tus conexiones sociales.
Cultiva las relaciones con personas del entorno: "La cercanía y compartir espacios en común puede facilitar la conexión entre personas de tu entorno", dicen desde Cruz Roja. Y es que, a veces, solo con saludar o preguntar un simple: "¿qué tal estás?", puede ser el inicio de una gran conversación.
Busca oportunidades para ampliar o mejorar tus conexiones sociales con otras personas o grupos: oblígate a salir a pasear, a quedar a tomar un café... serán situaciones que propiciarán tus relaciones sociales.
Aprende a manejar las emociones y a resolver conflictos: "No dejes de abordar la situación si detectas que existe un malestar para tener la oportunidad de resolverlo", aconsejan desde Cruz Roja.
Da las gracias siempre y, si es necesario, pedir disculpas.
Toma distancia para ampliar tus conexiones sociales: permítete encontrar nuevas amistades perteneciendo a nuevos círculos de personas, apuntándote a nuevas actividades...
Aprovecha los espacios y comercios de proximidad para conectar con otras personas: ir a hacer la compra, a por el pan, o tomar un café en el bar más próximo a tu casa hará que crees un 'microsistema' de amistades y vínculos que hasta te lleguen a sorprender.