El 73% de los adultos entre 25 y 35 años piensan demasiado, algo que también le pasa al 52% de las personas entre 45 y 55 años. La rumiación, el sobrepensar y el dar vueltas y vueltas a nuestros pensamientos puede parecer positivo (según esta investigación muchos lo creen así), pero tiene efectos muy negativos. En palabras de Rajita Sinha, directora del Centro de Estrés de Yale, lo primero que ocurre es que puede paralizarnos para que no tomemos ninguna acción.
Pero también tiene efectos en nuestro cerebro, como limitar la creatividad y hasta afectar a tu sueño causándole insomnio. Y no solo eso, la rumiación tiene efectos físicos como un aumento en el apetito por el aumento del cortisol. En mi caso eso de sobrepensar es un verdadero problema que me cuesta mantener a raya. Hasta ahora, que he probado los tres ejercicios que mejor funcionan para evitar sobrepensar según la psicoteraputa Jenny Maenpaa, fundadora la plataforma feminista Forward in Heels de Nueva York.
Practica el replanteamiento positivo
Es importante no confundir un replanteamiento positivo con el positivismo tóxico, que ya hemos visto que nos impulsa a tomar peores decisiones, pero lo que sí podemos hacer es replantear eso en lo que sobrepensamos, que suele tener un componente negativo. La experta aclara que el reencuadre positivo permite reconocer los aspectos negativos y luego evaluar si existe otra manera de pensar en esa situación concreta.
Por ejemplo, en mi caso vivo sola y el dinero suele ser algo en lo que pienso demasiado. No se trata de que piense: “no pasa nada, todo saldrá bien”, sino que en lugar de pensar constantemente en que mi situación financiera no es tan holgada como me gustaría, pase a pensar en qué puedo hacer para cambiar la situación o incluso para cambiar mis expectativas al respecto. ¿Puedo quitarme algún gasto innecesario? ¿Puedo probar con algún truco para ahorrar que funcione? Pensar en la solución y no en el problema es una forma de cambiar esa situación que me provoca la rumiación mental.
Escribe tus pensamientos una vez y espera un día para tomar decisiones
Jenny Maenpaa apuesta con este ejercicio por no dejarnos llevar por los impulsos. Lo que hacemos es escribir lo que pensamos sobre el conflicto o el problema al que estamos dando vueltas y no hacemos nada hasta que pase un tiempo de relax (un día o si es urgente menos) entre la llegada del problema y lo que haremos con él. Poder usar el journaling, o simplemente escribirlo en un papel.
Un ejemplo para que lo entiendas. Ayer recibí un email de un cliente con un proyecto a las 9 de la mañana. Decir que sí es lo que hubiera hecho antes de aprender a poner límites, pero en cambio apunté en un cuaderno lo que pensaba en ese momento y le contesté por la tarde que sintiéndolo mucho, no podía hacerlo en esos momentos porque ya tenía la semana cubierta. Si hubiera contestado de inmediato, hubiera dicho que sí, eso me hubiera agobiado y el resto de mi semana habría sido infernal.
La experta asegura además que escribir esos pensamientos negativos les quita poder. Con este truco aparcamos la ansiedad y no es ella la que contesta, sino nuestra parte racional que nos dice qué hacer.
Practica la gratitud
Por si no sabías el poder que tiene la gratitud, uno de los mejores trucos para conseguir una relación de pareja duradera, la gratitud y la felicidad están íntimamente ligadas según los estudios. “Puede ayudarnos a contextualizar nuestras frustraciones contra lo que amamos y ayudarnos a conectarnos con algo más que nosotros mismos", explicaba a la CNBC la experta.
Para evitar que se convierta en una rutina que pierda su valor, ella recomienda practicar lo que llama “gratitud específica”, que nos invita a explorar un poco más. Centrarnos en algo concreto de ese día. De nuevo te pongo un ejemplo para entenderlo. Podría dar las gracias a diario por tener un trabajo y un techo que puedo pagar, pero es más útil escribir algo como “doy gracias porque mi trabajo me ha permitido poder comprar los ingredientes para hacer una tortilla de patatas, mi plato favorito”.
De esta forma, la experta indica que “nos centramos en el aquí y ahora, en lugar de pensar demasiado en abstracciones generales”. Ese trabajo puede que mañana me dé la oportunidad de hacer otra cosa, como comprar unas deliciosas croquetas.
Fotos | Sinitta Leunen, Kristijan Arsov y Unseen Studio en Unsplash
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