El estado de ánimo se entiende como una actitud o disposición emocional ante la vida. Tal y como nos explica la psicóloga clínica Ana María Blasco, es una actitud prolongada, no transitoria, que determina en gran medida la calidad de nuestros días.
Por eso, cuando el estado de ánimo se resiente, es importante recurrir a técnicas o dinámicas que puedan ayudarnos a llevar nuestra vida hacia la plenitud.
Presentamos de la mano de tres expertos cómo fomentar una serie de ejercicios muy sencillos para estar bien y presentarnos ante la vida con un buen estado de ánimo desde la parte adulta, desde nuestra capacidad:
El vaso medio lleno
Blasco Troyano trabaja en terapia con la metáfora del vaso medio lleno o medio vacío. "El estado de ánimo tiene mucho que ver con este ejemplo. Al final, nosotros nos encontramos cada día con el vaso a la mitad y es nuestra decisión elegir si queremos verlo medio lleno o medio vacío".
La psicooncóloga y psicoterapeuta, cofundadora de Terapia Viva, nos cuenta que en sus sesiones trabaja esta situación a través de las posiciones existenciales de Eric Berne, un médico psiquiatra canadiense que fue creador de la teoría del Análisis Transaccional como forma de explicar el comportamiento humano. Berne argumentaba que dentro de las cuatro posiciones que existen, la sana es la que tiene que ver con el estado de ánimo positivo.
Es decir, que una sana autoestima ocurre cuando, desde tu parte responsable y adulta (sin victimismos, dependencias y chantajes), te sientes bien y sientes que el mundo también funciona de manera adecuada:
Desconectar de las redes y reconectar contigo mismo
"Tengo la sensación de que cada vez estamos más desconectados de nosotros mismos. Es algo que veo mucho en consulta. Por eso, yo animo a mis pacientes a desconectar de las tecnologías: dedicar un tiempo a apagar los sistemas y echar el freno, ya sea una hora", recomienda por su otro lado Alejandro Vera, psicólogo y fundador de Grulla psicología y nutrición.
Deshacerte de esa tarea que tienes pendiente
La comprensión con uno mismo es fundamental para un buen estado de ánimo. Nos explica Blasco Troyano que cuando nos comprendemos a nosotros mismos y nos aceptamos, entendemos dónde queremos estar: "La comprensión es siempre es hacia uno mismo y a partir de aquí se irradia a los demás". Y menciona una frase del psiquiatra Carl Jung: "Lo que resiste persiste y lo que se acepta se transforma".
En este sentido, deshacernos de tareas pendientes, con retos moderados es un buen ejemplo. Por ejemplo, afrontar esa conversación pendiente, sacar la ropa de invierno que lleva una semana encima del sofá, hacer esa tarea que se me ha hecho bola... "Al final, ese pequeño reto nos asegura una buena ejecución y que sea un reto moderado nos genera satisfacción, engancha y nos sube el ánimo. Una vez logrado, lo consigo y lo celebro explícitamente, aunque sea hablando sola", expone.
Dar un paseo diario con conciencia plena
Blasco Troyano propone otro pequeño reto para aplicar en nuestro día a día como es el de salir a pasear un rato: "Puedes optar por bajarte una parada antes del metro para que te de el aire, el sol en la cara, puedas observar la ciudad tranquilamente... En esencia, la idea es disfrutar de ese paseo con conciencia plena".
Advierte que puede parecer algo muy simple, pero es una manera de trabajar con uno mismo desde el cariño y la compasión, ganando confianza para subir el estado de ánimo.
Cantar y bailar por todo lo alto
La experta mencionada sostiene que hay una conexión entre emoción y música muy rápida. "Ocurre también con los olores. Las canciones, de alguna manera, te transportan a un recuerdo especial". Por eso propone dar con una canción que nos ponga los pelos de punta, que nos anime y que nos de energía para la acción. Nos invita a probar con un baile en casa con la música muy alta o cantar en el coche (ya que nadie nos ve ni escucha).
Practicar mindfulness
"Una de las mejores formas de darse cariño a uno mismo es a través del mindfulness", recoge Blasco Troyano. En este sentido, la experta propone el ejercicio de la uva pasa de Jon Kabat-Zinn: "Yo se lo propongo a mis pacientes con un pedacito de comida que realmente les guste mucho. No tiene por qué ser la uva pasa, el fin es comerlo con conciencia, en silencio, con tiempo. La idea de comer algo despacio es un acto de cariño al cuerpo, a uno mismo".
Practicar la escritura (es terapéutica)
Alejandro Vera apuesta también por la escritura. "Es una práctica que se está perdiendo y es un ejercicio diario muy terapéutico. Las personas llegan a consulta sin saber muy bien qué les pasa. Están agitados, con mucha ansiedad, muy desconectados de lo que les sucede, de su cuerpo..."
Por eso, el psicólogo considera que dedicar un ratito a escribir lo que te ha pasado en tu día, a poder contártelo a ti mismo y de alguna forma hacer como una especie de sello puede ser un ejercicio muy bueno para ubicarte y ver cómo te sientes.
Hidratar tu cuerpo
Blasco Troyano recalca que cualquier acto hecho con conciencia plena a nuestro cuerpo es un acto de cariño y amor propio (que afecta, por tanto, a nuestro estado de ánimo).
En este sentido, propone prácticas como hidratar nuestro cuerpo... "Hay mucha gente que no soporta mirar su propio cuerpo, por eso masajearlo e hidratarlo, cuidándolo, es una manera de aceptarlo y quererlo".
Ser agradecido
La gratitud es otro factor que sube el estado de ánimo porque es una manera de poner conciencia sobre las cosas maravillosas que nos pasan. "Antes de irte a dormir, al acabar tu día, piensa en tres personas o tres cosas diferentes que tengas que agradecer de ese día", propone Blasco. "Desde: esa persona que me ayudó a hacer tal cosa, se puso a llover muchísimo pero pude llegar a casa y secarme en mi sillón mientras me calentaba". Si lo pensamos tranquilamente, salen más de tres...
"También propongo a los pacientes, o bien en terapia de pareja o a nivel individual, el siguiente ejercicio: cuando la gente diga sobre ellos cosas bonitas, pueden escribirlas para recordar".
Dedicarse una sonrisa en el espejo cada mañana
Igual que los hábitos generan emociones positivas, las emociones positivas también pueden generar y motivarnos hacia el cambio. "Aunque parezca complicado, instalarnos en la alegría puede provocar que podamos enfrentar la vida de otra manera y ver las cosas de manera diferente", explica Eva Fontcuberta, psicóloga, psicoterapeuta y cofundadora de también de Terapia Viva.
"Dedicarte una sonrisa en el espejo genera un movimiento en tu cara y los músculos de tu cara dan señales al cerebro de que todo está bien. Es un mecanismo bidireccional. Al final, tener el propósito de instalarnos en la alegría puede generar motivación para el cambio", añade la experta.
Colocarse en la posición de observador cuando una situación externa genere malestar
Este puede ser otro de los tips: tratar de estar instalado en la alegría, en el buen humor. "Pregúntate qué puedes hacer tú aunque a tu lado haya problemas, mal rollo emocional... busca recursos a pesar de que los demás tengan un mal día", continúa Fontcuberta.
Uno de ellos es separarse y tomar distancia de esa persona o ese ambiente que te genere ese malestar. Nos explica además que el budismo propone colocarnos en la posición del observador, es como dar un paso atrás de forma imaginaria, respirar y pensar si esto tiene realmente algo que ver con uno mismo: "Colócate con atención plena y piensa que tú no tienes por qué seguir a esas personas".
Fotos | @ursulolita , 'Killing Eve' , 'The Morning Show' , 'The Society' , @gigihadid