Estas patatas fondant son cremosas, aromáticas y tan tiernas que se funden en la boca. Además, son muy sencillas de preparar y en media hora se han hecho casi solas. Si las servimos como guarnición, casan igual de bien con carnes, pescados y verduras. Pero también hacen un buen primer plato o entrante. Eso sí, prepara el pan porque la salsa lo pide a gritos.
Primero, lavamos las patatas, las secamos y cortamos los extremos de ambos lados. En segundo lugar, calentamos el aceite en una sartén y colocamos las patatas sobre una de sus caras. Después, freímos a fuego medio alto durante 5-7 minutos o hasta que estén bien doradas en la base.
Cuando estén doradas, colteamos y freímos por la otra cara durante un par de minutos más. Entonces añadimos la mantequilla y, cuando esta se haya fundido, incorporamos los dientes de ajo (sin pelar) y las ramas de romero. Salpimentamos al gusto.
Regamos con el caldo de verduras, tapamos la sartén y cocemos a fuego bajo durante 20-25 minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Retiramos las patatas de la sartén y trituramos la salsa con los dientes de ajo y las ramas de romero. La colamos y, finalmente, servimos con las patatas bien calientes.
No está de más tener dos recomendaciones en cuenta para que queden perfectas. Si las preparáis con una buena patata, el resultado será infinitamente mejor, así que no escatiméis. También es importante usar patatas de un tamaño lo más similar posible para que se cuezan todas por igual.
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