Amor y odio por la alfombra roja, Cate Blanchett

Amor y odio por la alfombra roja, Cate Blanchett
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"¿Esto también se lo haces a los tíos?" La pregunta llevaba una inquina endiablada. El dedo que apuntaba a la cámara y la mirada hacia el objetivo de la misma mientras recorría el vestido de Cate Blanchett pedían guerra. Era el detonante final ante tanta exposición mediática después de los mil flashes y las mil cámaras que captan hasta el mínimo detalle. El amor y el odio por la alfombra roja en palabras de misma diosa de dicho espectáculo.

Cate Blanchett frente a la cámara en los SAG

El incidente tuvo lugar con motivo de la alfombra roja de los SAG 2014 donde Cate Blanchett volvió una de las famosas destacadas entre las mejor vestidas gracias al vestido de Givenchy que lució.

La cadena estadounidense E! estaba entrevistando a Cate Blanchett sobre la alfombra roja antes de entrar a la ceremonia. En ese momento la cámara realiza una panorámica con todo detalle desde los pies hasta la cabeza aunque antes de llegar la propia Cate Blanchett interrumpe al cámara y le lanza la pregunta: "Do you do that to the guys?" con cara de muy pocos amigos con la presentadora buscando un sitio en el que enterrar la cabeza como las avestruces (sin dejar de sonreír).

Las reacciones no han parado de llegar desde entonces.

La promoción de la alfombra roja

Cate Blanchett SAG

La alfombra roja cada vez es una plataforma de promoción más fuerte. Solo hay que ver el circuito de estrenos que presentan muchas películas. Desde Nueva York a Berlín, pasando por Tokio, Madrid (si hay suerte), Londres o Los Ángeles, entre otras principales ciudades. En todas ellas las actrices de moda buscan escoger el mejor vestido para salir en todos los medios, tanto relacionados con el cine como con la moda o el espectáculo en general.

Las alfombras rojas se han convertido en una vía de publicity brutal. Publicidad gratuita en torno al estilismo que se combina con las mil entrevistas repetidas en todos los programas clones de televisión. Esa vía no es casual, las propias productoras saben del poder de sus actrices y lo tienen todo bien estudiado. La promoción es buena y al final una cosa puede llevar a la otra.

Solo hay que ver películas como 'El Gran Gatsby' parecen estar más pensadas desde el plano de moda que del propio cine. La lógica es simple: si la alfombra roja no funcionase se dejaría de usar. Mientras que la realidad que vemos es la contraria: cada vez va a más.

Al hilo de su aparición en los Premios Goya 2014 pregunté a Leticia Dolera sobre la importancia de la alfombra roja para el cine y su labor de promoción.

Es una ocasión para dar visibilidad al cine español y a la gente que lo hace, así que todo lo que ayude a ello, siempre es bienvenido. La alfombra roja tiene algo de irreal y mágico, que va muy de la mano con el mundo del cine; eso sí, sin olvidarnos de que las protagonistas, son las películas.

¿Doble rasero?

La propia Cate Blanchett es una artista sobre la alfombra roja como vemos en todos sus looks. Tampoco es casual que sea una de las actrices que más vemos en este tipo de eventos. Si alguien se anima a contar todas las apariciones de Cate Blanchett en los últimos años se quedaría asombrado. Y en todas ellas estaba claro el objetivo: presumir de vestido, ir las más guapa y que hablasen de su look, para que al final en un segundo plano apareciese la película. Es un truco muy viejo. Nadie se sube a una alfombra roja para ir mal.

La panorámica de la polémica en los SAG hecha desde abajo puede buscar solo plasmar el estilismo completo, desde las sandalias hasta el peinado. Total, se está buscando dicho efecto, que se comente el estilismo. Si la sacamos de contexto y creemos que va buscando un aspecto más perjudicial entonces también podríamos sacar de contexto la necesidad de tantas apariciones con vestidos de Alta Costura únicos para presentar una película. Puestos a cuestionarnos las cosas.

¿Una panorámica así es machismo? ¿La protesta es una reivindicación feminista? Cuando se entra en tales terrenos muy serios podemos acabar llenos de fango. ¿Por qué Cate Blanchett no presenta la película en unos vaqueros o se limita a entrar a la sala donde se va a proyectar y se evaluará su trabajo sin tener que pasar por una alfombra roja si lo que importa es su actuación?

Si la actriz en cuestión va buscando que solo se hable de la película entonces la alfombra roja sobra, la eliminamos de la ecuación. Pasaríamos a quedarnos solo con la propia película y la prensa especializada en cine hablaría solo de ese aspecto. ¿Interesa limitar la exposición de la película a solo ese público? Parece que desde la industria no opinan así y montan todo el espectáculo alrededor convirtiendo las alfombras rojas en nuevas pasarelas.

¿Acaso una modelo protesta cuando un fotógrafo intenta plasmar todos los detalles del look que luce sobre la pasarela?

Ojalá a los hombres también se lo hiciesen

Brad Pitt

Ojalá el éxito mediático de las actrices sobre la alfombra roja llegase también a los hombres. Ojalá viésemos panorámicas así y los medios comentasen al detalle todos sus looks. Sería una gran noticia. ¿Qué hay de malo en captar un look de abajo arriba? ¿También lo analizaríamos como algo negativo?

Si llegase ese día entonces veríamos cómo la moda masculina mejoraría, buscaría la diferenciación, ellos acapararían tantas portadas como ellas y al final el interés por la moda se nivelaría.

Por el momento nos tenemos que conformar con ver esa panorámica y los mil enfoques distintos a trivialidades (el look de Cate Blanchett lo es también) como el fútbol, donde de una misma imagen (ya sea en su ámbito profesional o cuando está de vacaciones) hay tesis doctorales.

Hazte un Elizabeth Moss o un Jennifer Lawrence

Lena Dunham

La solución a este tema es fácil: centrarse en el trabajo y no participar del espectáculo de la alfombra roja.

Otras vías para subirse a la alfombra roja y pasar de todo son las que hacen actrices como Lena Dunham pasando de cualquier prejuicio.

Jennifer Lawrence Oscar

Aunque para ejemplo bien claro los de Elizabeth Moss y Jennifer Lawrence. Ellas saben de la importancia de estar ahí pero siempre nos dejan detalles con los que reírse del propio circo montado.

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