Puede que pienses que decir que no me da pena que Los Javis hayan roto tras 13 años de relación es estar muerta por dentro. La pareja formada por Javier Ambrossi y Javier Calvo no solo ha sido pareja romántica, también artística, pero el amor ha terminado para ellos después de vivir una historia de película. Ahora se les rompió el amor y aunque lo puedas ver como algo malo, vengo a contarte por qué la ruptura de los Javis no es algo triste ni un fracaso. No solo porque soy una romántica, sino porque la psicología me da la razón.
Porque no necesitamos ser dos para estar completos
Nos han vendido que para estar completos tenemos que estar en pareja y nada más lejos de la realidad. El famoso psicólogo humanista Carl Rogers decía ya en los años 60 de que una persona “plenamente funcional” no busca completarse en otro, sino compartirse desde la autenticidad porque “solo cuando soy yo mismo puedo tener una relación verdadera con otro”.
Cuando entendemos el amor desde la autonomía nos damos cuenta de que las parejas más sanas no son las que se complementan, sino las que coinciden en libertad y pueden separarse sin perder identidad. Porque solos también estarán completos.
Porque haber vivido un cuento de hadas es un regalo
Se conocieron por Facebook, comenzaron a hablar en 2010 y aunque al principio la diferencia de edad entre ellos les separó -Ambrossi tiene ahora 41 años y Calvo, 34- se fueron a vivir juntos en el año 2012. Ambrossi pidió matrimonio a Calvo en el cine Capitol de Madrid durante la premiere de ‘La llamada', en septiembre de 2017, afirmando que era el amor de su vida. Calvo dijo sí. Nunca se formalizó el matrimonio, pero juntos se compraron un casoplón que mostraban orgullosos en 2024.
La pareja ha mostrado su amor en alfombras rojas, en programas, en entrevistas y en redes sociales, donde no han desaparecido las publicaciones compartidas porque saben que el amor no es mejor cuando no acaba, sino cuando nos damos cuenta de lo importante (y bonito) que fue en nuestras vidas. Dice el psicólogo Farid Dieck que la mejor forma de terminar una relación es hacer una recapitulación de las cosas buenas que tuvo, y pensar en todo lo que hemos vivido y en lo que ha significado para nosotros. Es un “fue bonito mientras duró” y puede seguir siéndolo después.
Porque una relación larga y significativa no fracasa por terminar: es un éxito por haberse vivido
El éxito de una relación no se mide por el tiempo que dura sino por lo que nos aporta mientras existe. Todos los vínculos, ya sean románticos, creativos o ambos como en el caso de Los Javis, cumplen etapas vitales que a veces terminan. Y no lo hacen porque hayan salido mal, sino simplemente porque han completado su ciclo.
Los doctores Harville Hendrix y Helen LaKelly Hunt explicaban que las relaciones funcionan como espacios de crecimiento mutuo. Cuando ese crecimiento se completa la relación puede cerrarse sin culpa. En el caso de Ambrossi y Calvo han crecido juntos, han creado juntos y han transformado la cultura juntos. El hecho de que se separen no invalida lo anterior, sino que lo integra como parte de un proceso y reafirma el punto anterior. Fue bonito mientras duró, aunque no durase siempre.
Porque se puede transformar el vínculo sin destruirlo
La pareja formada por Javier Ambrossi y Javier Calvo no solo ha sido pareja romántica, también artística. De sus manos ha salido la mejor comedia española de la historia, según mi humilde opinión, ‘Paquita Salas’, y obras maestras como ‘Veneno’. Se han llevado Goyas por ‘La llamada’, Ondas por ‘La Mesías’ y multitud de premios más, y ahora están rodando junto a Glenn Close ‘La bola negra’. Pero no llores aún porque aunque su relación personal ha muerto, no lo ha hecho su relación profesional.
La ciencia sostiene que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. En las relaciones, si el vínculo es saludable, es posible que exista también esa transformación. Los Javis han declarado que seguirán trabajando juntos, por lo que existe, psicológicamente hablando, una reconfiguración del vínculo. Esto es posible cuando tenemos un vínculo seguro, capaz de sostener la conexión en otra forma.
Porque no todas las relaciones están hechas para siempre
No todas las relaciones, por muy bonitas que sean, están hechas para durar siempre. Como bien nos explicaba la psicóloga Iria Reguera, “tras haber compartido tiempo juntos, está en nuestra mano terminar con respeto y cariño la relación e intentar hacerlo lo mejor que podamos”. Los Javis, al menos de momento, nos han demostrado que se puede terminar bien y con responsabilidad afectiva y si eso no es un éxito en los tiempos que corren, no sé qué lo será.
El concepto de cierre saludable implica aceptar la pérdida sin idealizar ni negar, y mantener gratitud y respeto hacia la otra persona aunque haya terminado todo. El cierre perfecto para una ruptura existe, pero no siempre es posible como vimos con en el caso de Rosalía y Rauw Alejandro. En el caso de Los Javis no solo es posible, sino que se presenta como necesario si quieren continuar con su carrera profesional conjunta. Eso sí, para conseguirlo es posible que haga falta terapia y mucha inteligencia emocional.
Porque a veces necesitamos soltar para avanzar
Decir adiós a una relación y dejarla ir, al menos en el terreno personal como han hecho Los Javis, es necesario para poder avanzar. En mi caso, que mi relación de pareja tras 14 años terminase fue un golpe duro, pero tremendamente necesario para encontrarme. Tras una relación tan larga y dependiente, me había perdido y ni siquiera lo sabía. No conseguí encontrarme de nuevo hasta que no hice borrón y cuenta nueva.
En relaciones largas es normal que la evolución personal pueda ser diferente. Es posible que cambien las necesidades, los valores o los objetivos, sin que eso tenga que implicar que no haya amor. Puede que a nivel personal esa relación ya no sea lo que necesitamos, y está bien soltarla si es así. Cuando una relación deja de sostener el crecimiento de ambos, soltar no es rendirse sino reajustar los límites para seguir evolucionando.
La psicóloga Virginia Satir decía que crecer implica cambiar, y el cambio conlleva una pérdida temporal de seguridad, lo que nos provoca miedo a lo desconocido. Pero sin cambio no podemos crecer. Es justo lo que representa una ruptura sana: nos da miedo porque dejamos atrás una forma conocida de amor, pero es necesario porque abre espacio al crecimiento personal.
Decía mi sabia compañera María Yuste que después de superar la ruptura, todas estamos mejor. “Sois la prueba viviente de que las ruptura son siempre para bien”, aseguraba. En el caso de Los Javis aún es pronto para saberlo, pero lo que sí es seguro es que aunque su amor haya terminado, no es un fracaso en absoluto.
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Fotos | Instagram @javviercalvo
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