Cómo mejorar las ojeras a través de alimentos ricos en vitamina C y K

Las vitaminas K y C son tus mejores aliadas para deshacerte de la mirada cansada

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Las ojeras son una constante en la vida de muchas de nosotras. La piel que recubre nuestros ojos se diferencia por ser mucho más delicada, donde los tonos violetas, azules o marrones de las venas que rodean nuestra mirada son más evidentes debido a que la piel de la zona es mucho más fina que en el resto del cuerpo.

En muchas ocasiones, según indican los estudios científicos, la presencia de esa fuerte pigmentación que se da debajo de los ojos suele ser motivo de falta de sueño o en su defecto un estilo de vida poco saludable que da pie a una mala circulación sanguínea por falta de oxígeno en la zona, de modo que los pequeños vasos sanguíneos que rodean nuestros ojos se hacen más visibles. Otras veces la genética es la culpable de una mayor producción de melanina en dicha área, dejando una coloración de la piel notablemente más oscura en comparación con el resto de la cara.

La aparición de las ojeras también está relacionada con la falta de algunos nutrientes como la vitamina K, y es que la ausencia de la misma lleva a una lenta coagulación de la sangre. Así mismo la vitamina C es otra esencial a la hora de reducir las ojeras ya que produce colágeno y ayuda a tener unos vasos sanguíneos más fuertes, lo que mejora notablemente la circulación de la ojera así como reduce la hinchazón de la zona.

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¿Qué alimentos nos ayudan a reducir las ojeras?

Las frutas y las hortalizas son sin duda uno de los alimentos más ricos en esas vitaminas esenciales para difuminar la potencia de las ojeras.

  • Frutas con alto contenido en vitamina C: los cítricos destacan especialmente así como la manzana, el plátano, el melocotón, las cerezas, el kiwi, la fresa, la papaya, la piña, el mango, el melocotón, los arándanos y especialmente las granadas.
  • Hortalizas con alto contenido en vitamina K: las espinacas, la col rizada, la lechuga o el brócoli son sin duda opciones muy acertadas a la hora de incorporar a nuestra dieta alimentos que nos ayuden a combatir las ojeras.

Aunque incluir esta variedad de frutas y hortalizas en nuestro día a día es siempre un plus, no hay que olvidar que las ojeras genéticas son un factor hereditario y como tal no desaparece por el consumo o no de ciertos alimentos. Las que convivimos con ojeras genéticas hemos aprendido poco a poco con los años a vernos con esa especie de sombra debajo de los ojos. Hemos encontrado incluso cierta belleza en los rostros ojerosos y aunque sigamos recurriendo al corrector de forma asidua, verse bien sin él es aprender a ver este tipo de ojeras no como un defecto, sino como una parte más del rostro.

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