Los beneficios y riesgos de comer langostinos y gambas en Navidad, los grandes protagonistas estas fiestas

El marisco tiene un perfil nutricional muy completo, pero también algunas contraindicaciones a tener en cuenta

Beneficios Y Riesgos De Comer Langostinos Y Gambas En Navidad
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Anabel Palomares

Editor

El marisco es uno de los platos que casi todas las casas españolas tienen en común en estas fechas. En mayor o menor medida, aparecen en las mesas navideñas con recetas como la de los langostinos de Karlos Arguiñano al igual que las gambas. En ambos casos, cuentan con un perfil nutricional muy completo, como explica la Fundación Española de la Nutrición (FEN).

Beneficios de gambas y langostinos

La gamba tiene proteínas de alto valor biológico y una opción muy reducida en grasas en la que predominan los ácidos grasos poliinsturados y sobre todo, un alto contenido de ácidos grasos omega-3. Se trata de un alimento de baja densidad calórica (bajo contenido en hidratos y un 80% de agua), pero con muchas proteínas, por lo que es muy saciante. También contiene calcio, magnesio, zinc, yodo, fósforo, selenio, vitamina B12 y niacina, que contribuyen al metabolismo energético normal.

En el caso de los langostinos, FEN asegura que su composición nutricional es muy similar. Nos aporta proteínas y tiene poca grasa, pero también destaca por su contenido en ácidos grasos omega-3. Entre los minerales presentes tiene yodo, fósforo, selenio, calcio, magnesio y zinc, además de vitaminas B12 y B3. 

Desde Vitónica nos explican que cuando hablamos del valor biológico de una proteína, lo hacemos de “la calidad de sus aminoácidos teniendo en cuenta también su digestibilidad y cuánto puede aprovechar nuestro organismo de éstos”. Una proteína de alto valor biológico como las que presentan gambas y langostinos, contienen todos los aminoácidos esenciales y nos ayuda al correcto mantenimiento de nuestro cuerpo. En el caso de estos dos mariscos, se trata de una proteína muy magra, por lo que es perfecta si queremos controlar el peso o si simplemente buscamos seguir una alimentación saludable.

Las gambas y langostinos, además, son alimentos rico en yodo por lo que son recomendables para personas con hipotiroidismo, y su gran cantidad de omega 3 puede beneficiar la salud cardiovascular, además de tener un efecto antiinflamatorio.

Beneficios Y Riesgos De Comer Langostinos Y Gambas En Navidad 1

Contraindicaciones de gambas y langostinos

El contenido en colesterol que tienen gambas y langostinos es elevado, por lo que su consumo debería ser limitado si tenemos hipercolesterolemia. Además, y al igual que otros animales marinos, pueden tener cantidades apreciables de arsénico dependiendo del lugar de su crianza.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aecosan) aconsejaba evitar esa costumbre tan española de chupar las cabezas de gambas y langostinos. Advertía que es mejor no chupar las cabezas de langostinos, gambas, cigalas ni ningún crustáceo decápodo porque sube el ácido úrico y ese aumento se relaciona con la formación de cálculos renales. Estos, a su vez, se relacionan con los cólicos nefríticos en las vías urinarias. 

El ácido úrico sube por las purinas que, en sangre, son degradadas hasta ácido úrico. Y las cabezas de los crustáceos decápodos contienen muchas más purinas concentradas en la cabeza, además de otras sustancias como mercurio y cadmio como advierten desde Cuídate Plus. Hacerlo de forma puntual no debería ser un problema, como informaba Gregorio Varela-Moreiras, Vicepresidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, que “conociendo el consumo habitual en la población española, hay que quitar miedo, alerta y riesgo en ese sentido".

Un último dato a tener en cuenta. Como explican desde la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex, los mariscos son responsables del 8% de las alergias a alimentos en España. Tienen un potencial alergénico muy alto debido principalmente a la proteína tropomiosina y podrían provocar reacciones alérgicas, por lo que hay que estar alerta entre los 15 minutos y 2 horas después de la ingestión a síntomas como problemas de piel (urticaria, picores, hinchazón); síntomas respiratorios como sibilancias, tos, opresión en el pecho o dificultad para respirar; o síntomas digestivos como náuseas, vómitos o diarrea. En algunos casos se presentan también mareos, desmayos o pulso débil.

Fotos | Julia Filirovska, Elisa Giaccaglia y RDNE Stock project en Pexels 

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