Cualquiera que ande buscando piso para independizarse sabe el pavor que da cuando leemos la palabra “estudio” en Idealista. Para muchos, este concepto se ha convertido en un zulo amueblado con salida de agua y retrete. Pero este español en Holanda viene a romper el mito, porque su estudio a la holandesa o “palacete” como él lo llama está repleto de sorpresas.
Su apartamento abierto tiene cama de matrimonio, espacio tipo salón con sofá cama y televisión, una zona de estudio con escritorio para teletrabajar y un ventanal precioso y de estilo clásico que planea convertir en el comedor.
@jesusansal Sorpresa al final del video 💸🤑 | ig: jesusansal #housetour #viviendoenelextranjero #holanda #paisesbajos ♬ sonido original - jesus
Pero lo más sorprendente de su casa está en la cocina, que viene con sorpresa. A simple vista parece una estancia vintage con azulejos en damero blanco y negro y fogones como los de siempre. Pero justo delante del horno y los fuegos han colocado ni más ni menos que la ducha.
Eficiencia holandesa. Así lo llama él, porque puede cocinar mientras se ducha y eso es un inventazo. Lo que no es tan eficiente es el lavabo, también ubicado en la cocina y con el espejo puesto a “tres metros sobre el cielo”, tan alto que el pobre tiene que subirse a un taburete para poder mirarse.
Lo peor está por llegar. Porque lo más importante de un baño está fuera del estudio. Hablamos del retrete, que está en el descansillo del apartamento y lo tiene que compartir con una italiana. Todo ello por 845 euros al mes con gastos incluidos y, siendo sinceras, cosas peores hemos visto en Madrid o Barcelona por muchísimo más dinero mensual. Al menos, él no paga la factura de la luz.
Fotos | @jesusansal.
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