Tus cejas dicen mucho más que tus palabras: el lenguaje no verbal que destapa este experto del FBI

La comunicación es, en gran parte y según la psicología, algo que va más allá de las palabras en sí. El psicólogo Albert Mehrabian desarrolló su regla 7-38-55 que explicaba que la comunicación se transmite en un 7% a través de las palabras, en un 38% con nuestro tono de voz y en un increíble 55% a través del lenguaje corporal. En el último caso, en la mayoría de ocasiones ni nos damos cuenta de lo que decimos sin abrir la boca. 

Justo de esto hablaba Juan Manuel García, experto en ciencias del comportamiento formado en el FBI en negociación, en el Podcast de B3TTER. Del poder de los gestos para caer bien o mal cuando conocemos a un grupo. El experto señala algo importantísimo y es que no existen técnicas para caer bien al instante, pero sí podemos “hacer una serie de cosas para evitar caer mal”, y nombra el libro de Joe Navarro, un ex agente del FBI que explica en ‘El cuerpo habla’ el poder de las cejas. “Cuando llegas a un grupo sabes si eres bienvenido o no eres bienvenido por las cejas. Y no solo en un grupo, también de manera individual”, asegura. 

“Los primates solemos usar mucho las cejas a la hora de recibir a las personas”. Si al ver a alguien y establecer contacto visual con él elevamos las cejas, suele ser una señal de bienvenida y entusiasmo. Esto no significa que la ausencia del gesto implique un rechazo o un desinterés. García matiza que “Si no hay elevación de cejas, puede que mi atención esté en otra cosa o que no haya procesado aún su entrada”. 

El experto añade que cuando entramos en un grupo, el perfil debe ir de la media hacia abajo. “No podemos entrar en un grupo con un perfil alfa porque vamos a tener problemas”, asegura. En cambio si empezamos con un perfil vamos y vamos observando lo que pasa a nuestro alrededor, podemos ir adaptándonos. “En los grupos hay que ser muy gris inicialmente”, comenta, “y no destacar ni por arriba ni por abajo”. No significa que tengas que ocultar quién eres, sino que las primeras impresiones son más importantes de lo que parecen porque la otra persona con los primeros segundos al vernos, ya se hará una idea de quiénes somos.

Igual que nuestros gestos nos delatan, los movimientos musculares de otras personas y su lenguaje no verbal, también. Tanto la amígdala como las neuronas espejo (responsables de lo que se conoce como contagio emocional) tienen un papel clave en lo que interpretamos de otras personas y de forma inconsciente, como explica el experto, “nos provoca ese sexto sentido”, así que mucho cuidado con lo que decimos pero sobre todo, con lo que no decimos porque pueden saber más de nosotros de lo que imaginamos. 

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Fotos | Timur Shakerzianov en Unsplash, Chad Kirchoff en Unsplash

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