Kamala Harris ha hecho historia a sus 56 años: es la primera vicepresidenta de Estados Unidos. Un papel que por primera vez en los más de 200 años de historia del país ocupa una mujer y que simboliza una nueva cara del poder político. Y es que, la victoria de Harris representa la rotura del techo de cristal. Aunque esta no es la primera barrera que la política rompe. Su vida está llena de primeras veces.
Fue la primera mujer fiscal de distrito de San Francisco, la primera mujer fiscal general de California, la primera estadounidense de color en el Senado de los Estados Unidos, la primera candidata de color estadounidense de un partido importante en postularse para vicepresidente. Pronto será la primera mujer vicepresidenta. Y si Joe Biden solo cumple un mandato, hay posibilidades de que sea la primera presidenta de color en 2024.
Aunque lo más importante, como bien dijo ella en su primer discurso a la nación tras conocer su victoria, "puede que sea la primera mujer en el cargo, pero no será la última".
Nacida en California en el año 1964 de madre India y padre Jamaicano, Kamala ha dedicado su vida a la lucha por los derechos civiles y las desigualdades. En palabras de Barack Obama en 2013, "es brillante, dedicada y perseverante y a la persona que quieren tener aplicando la ley, ya que se asegura de que todo el mundo es tratado por igual".
Harris es famosa por impulsar grandes cambios sociales y romper barreras. Y esta intención le viene de nacimiento, pues creció en los círculos de la Universidad de Berkeley donde tuvo lugar el movimiento por los derechos civiles en los años 60 y 70 y asistía a manifestaciones con sus padres.
Durante su mandato como fiscal, impulsó medidas sobre asuntos como el matrimonio gay y la pena de muerte. Como procuradora general de California, presentó proyectos de ley para otorgar derechos laborales a las trabajadoras del hogar. Como senadora abogó por la reforma del sistema de salud público, la prohibición de las armas de asalto y el fin de la brutalidad policial. Y como miembro de los comités de Inteligencia y Judicial del Senado destacó por sus preguntas directas en las comparecencias de los miembros de la administración Trump. Aunque también se la ha criticado por sus duras políticas contra el crimen y el abandono escolar y falta de coherencia.
Su campaña electoral fue un ejercicio de visibilidad y permitió que las mujeres de color contaran sus experiencias vividas. Y su vídeo felicitando al nuevo presidente Biden por su victoria se ha hecho viral. Se ha convertido en un icono del cambio social en Estados Unidos, del cambio de era.
Además, el hecho de que escogiera un traje de pantalón blanco de Carolina Herrera para su primer acto tras la victoria de Joe Biden es un homenaje a las mujeres sufragistas de principios de siglo XX que vistieron de blanco mientras reivindicaban el derecho a voto. Algo a lo que han hecho referencia otras mujeres en la política de Estados Unidos, como Hilary Clinton cuando se convirtió en la primera candidata presidencial en 2016.
Fotos | @kamalaharris
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