Un ex-marine comparte el método con el que logró equilibrar su salud mental y física tras años de operaciones: "me ayudó en muchas etapas diferentes en mi vida"

Tras al servicio de la defensa de Estados Unidos, DJ Shipley, un marino retirado confesó que pasar de misiones secretas y entornos extremos lo llevó a poner atención a su salud mental más allá de la física, ahora, su nombre se ha convertido en un referente inesperado del bienestar masculino gracias a su historia, contada entre confesiones y rutinas concretas, marcada por el desgaste físico, la presión mental y la pérdida de propósito. 

Después de varios años entregado al rigor de las operaciones especiales, DJ Shipley ha revelado un enfoque personal que lo ha ayudado a mantener el equilibrio entre la salud mental y la física, un método que, tal como él mismo dice, "me ayudó en muchas etapas diferentes de mi vida", un método que no es obra de un gurú desconectado, sino de alguien que ha visto el límite de cuerpo y mente y que ha aprendido a reconstruirse. 

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Como parte de una entrevista para el podcast Huberman Lab, Shipley deja claro que no hay atajos mágicos para lograr un equilibrio entre el bienestar físico y mental. En el episodio 'How to Make Yourself Unbreakable', junto al neurocientífico Andrew Huberman, enfatiza que para él la clave ha sido "apilar pequeñas victorias": decisiones cotidianas que, acumuladas, cambian el panorama mental. 

Esta idea conecta con su creencia de que la salud física y mental no van por caminos separados, sino que cada mejora corporal tiende a reverberar en la mente, y viceversa.

Tras dejar la vida militar, Shipley pasó por un periodo muy duro: estaba cargado de lesiones, dependía de decenas de fármacos diarios y afrontaba una crisis interna tan profunda que ingresó en un hospital psiquiátrico para un "lavado de medicación". Pero lejos de rendirse, él buscó alternativas: ha hablado abiertamente de su experiencia con terapias psicodélicas como ibogaína y 5-MeO-DMT, que relata le permitieron resetear su relación con el trauma, confrontar errores personales y retomar control de su vida.

En este punto revela algo fundamental: no fue un pase de varita, sino una etapa más en su trabajo constante. Para permanecer con firmeza en el presente, DJ mantiene estándares físicos exigentes, adaptados a sus lesiones, y entrena funciones útiles en rutinas como saltos largos, peso muerto, movilidad; pero no lo hace por vanidad: para él, estos estándares le dan claridad mental, le anclan al cuerpo real y le obligan a respetar límites y procesos.

Junto al entrenamiento exigente, Shipley introduce la noción de "palancas pequeñas": caminar veinte minutos tras cenar con su esposa, chequeos cortos sobre su estado de ánimo, conexión diaria con lo que depende de él.

Cuando uno escucha su relato, queda claro que este método no es universal ni simple. Pero sí ofrece una hoja de ruta desde la vulnerabilidad: retomar dominio sobre lo pequeño, fomentar el respeto corporal, aprender a reconocer qué es saludable y qué no, y no abandonar la dimensión emocional. En definitiva: rehabilitarse como un todo, no solo en músculos o en terapia, sino también en alma.

Fotos de dj_shipley85 | Canva

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