La ciencia confirma: la caída de testosterona en los hombres está ligada a la comida

No sólo los alimentos procesados son un factor, también las dietas sin vigilancia

Alora Griffiths Sakqgx1krs8 Unsplash
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Joel Calata

Editor

En las últimas décadas, los niveles de testosterona en hombres de países occidentales han experimentado un descenso significativo. No es solo cosa de la edad: aunque la reducción es normal al envejecer, la ciencia ha detectado que hay otros factores de fondo, especialmente lo que comemos y cómo vivimos, que están influyendo de forma preocupante.

Una revisión de estudios clínicos sincronizados encontró que las dietas bajas en grasas propician una reducción clara en los niveles de testosterona total, libre, urinaria e incluso dihidrotestosterona, en comparación con dietas más ricas en grasas.

Otra investigación basada en encuestas dietéticas y pruebas hormonales en un grupo amplio de hombres reveló que quienes siguen dietas bajas en grasa o incluso la mediterránea presentaban niveles medios de testosterona más bajos que los que llevaban una dieta más variada.

Por otro lado, los esfuerzos por perder peso no siempre sirven para revertir esta caída: un estudio con veteranos estadounidenses encontró que, aunque algunos ganaban peso y perdían más testosterona, incluso quienes mantenían o perdían peso sufrieron una caída notable con el tiempo, indicando que la obesidad no es la única causa.

Además, hay evidencia de que patrones dietéticos típicos de la comida rápida (altos en carbohidratos refinados, productos ultraprocesados, panadería industrial y postres) se relacionan con niveles bajos de testosterona y un perfil metabólico menos saludable, incluso provocando hipogonadismo, es decir, desarrollar una condición en la que el cuerpo no produce suficientes hormonas sexuales.

Cómo regular los niveles de testosterona

Las claves que se han descubierto de dichos estudios sugieren que mantener niveles adecuados de testosterona va de la mano con una alimentación más equilibrada y menos procesada. Las grasas saludables (como las monoinsaturadas, saturadas buenas y omega-3 del pescado) parecen ayudar a mantener mejor la producción hormonal frente a las dietas bajas en grasa.

También está claro que los azúcares refinados y los carbohidratos de bajo valor nutricional, junto a dietas inflamatorias (alta proporción de ultraprocesados, grasas malas, azúcares), están asociados con mayor riesgo de descenso hormonal.

Por otro lado, ciertos nutrientes son esenciales: por ejemplo, los niveles bajos de zinc pueden desplomar la testosterona, ya que este mineral es clave para su producción, además, también se destaca el papel de evitar saltarse comidas, ya que puede provocar una caída significativa del nivel hormonal al día siguiente, por lo que el adoptar el sistema del ayuno intermitente es también un factor en contra.

En resumen, los hombres podrían estar perdiendo testosterona no solo por envejecer, sino también por cómo comemos. Dietas que restringen demasiado la grasa o que favorecen alimentos ultraprocesados y refinados pueden estar perjudicando la salud hormonal, por lo que incluir alimentos ricos en grasas saludables, evitar procesados, no saltarse comidas y asegurarse de tener buenos niveles de nutrientes como zinc parece ser una estrategia más sensata para promover el aumento de niveles de testosterona en el organismo.

Foto de Alora Griffiths en Unsplash

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