La bomba nutritiva de Karlos Arguiñano: una receta fácil para disfrutar comiendo pescado y verduras

Las verduras cocinadas a fuego lento son el alma de un buen pisto pero también una auténtica bomba de nutrientes. Este plato tradicional demuestra que comer bien no está reñido con disfrutar, y que la cuchara puede ser tan aliada del cuerpo como del paladar. Siguiendo la receta de esta versión de Karlos Arguiñano, obtendremos un pisto manchego con bacalao que sacia, nutre y además cuida del corazón y del cerebro.

Esto se debe a que el tomate es rico en licopeno y actúa como un potente antioxidante que protege el sistema cardiovascular y retrasa el envejecimiento celular. Los pimientos (tanto los rojos como los verdes) suman su dosis extra de vitamina C, perfecta para reforzar las defensas y mejorar la absorción del hierro. Mientras que el bacalao completa el plato con proteína magra, omega-3, yodo y vitamina B12. Esta combinación es ideal para mantener el colesterol a raya y la tiroides en forma.

Ponemos a calentar una cazuela, que sea amplia y baja, con unas 3 ó 4 cucharadas de aceite. Mientras, le quitamos el tallo y las semillas a los pimientos, los picamos en daditos y, después, los echamos a la cazuela. Añadimos sal y los freímos a fuego medio unos 8 minutos. Los retiramos un plato y reservamos.

A continuación, lavamos y pelamos los tomates, los cortamos también en dados y los echamos en la misma cazuela. Dejamos que se cocinen a fuego medio-alto unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando. Entonces incorporamos de nuevo los pimientos, mezclamos bien y dejamos que todo se guise junto otros 10 minutos. Un truco para que no nos quede ácido es agregarle una cucharadita de azúcar, aunque esto es opcional.

El siguiente paso es cortar los lomos de bacalao en cuatro trozos y colocarlos sobre las verduras, con la piel tocando el pisto. Tapamos la cazuela y cocinamos el pescado un par de minutos por cada lado, lo justo para que quede jugoso.

En otra sartén pequeña, calentamos aceite abundante y hacemos los huevos de uno en uno, pueden ser fritos o a la plancha. Retiramos a un plato y los sazonamos. Por último, repartimos el pisto con el bacalao en cuatro platos, colocamos un huevo encima de cada lomo y terminamos de decorar con unas hojas de perejil fresco.

Foto de portada | PxHere

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