La sopa de pescado me recuerda a mi familia y a la Navidad, ya que muchas veces mi madre prepara esta receta el día de Año Nuevo. Para Navidad reservamos el puchero. Mi abuela era una genial cocinera, un talento que mi madre heredó y que se ha encargado de trabajar, puesto que los mejores ingredientes para cualquier receta son la dedicación, atención y paciencia. Se le da genial cocinar las recetas más tradicionales y la sopa de pescado la clava, aunque ella diga que su truco solo se debe a que la materia prima es buena. Esta cosa que tenemos las mujeres de serie de restarnos méritos por la tontería del patriarcado, la misma que también nos empuja a que nuestro Imperio Romano sea el peso.
La sopa de pescado es un plato de "cuchareo", como nos gusta decir por el sur, exquisito, nutritivo y perfecto para entrar en calor durante los días más fríos, como esta receta sencilla, rápida y reconfortante de crema de calabaza y queso. Si te preguntas si hay forma de preparar esta sopa de manera sencilla, la respuesta es sí y yo te voy a contar cómo.
El primer paso que hay que hacer para preparar una sopa de pescado de cine es el del fumet o caldo de pescado. Si quieres hacer algo rico, rico y con fundamento, sin duda te recomiendo que te encargues de hacerlo tú misma en lugar de comprar uno industrial, pero se acepta pulpo como animal de compañía.
Lo primero es dejar a remojo las almejas en agua fría. Aprovecha mientras tanto para ir preparando las verduras: lávalas bien, pélalas y pícalas muy finitas. Saca la pulpa del pimiento choricero o ñora y no olvides aprovechar los restos de las verduras para el caldo.
Pela los langostinos sobre una recipiente para recoger los jugos y reserva los cuerpo, ya limpios, aparte. Pon dos o tres cucharadas de AOVE a calentar y añádelos. Si tienes cabezas y espinadas de pescado, ahora es el momento de añadirlas. Dale caña a la sal y a la pimienta mientras salteas a fuego vivo para dejar que agarre al fondo de la olla un poquito. Cubre con agua y lleva el caldo a ebullición bajando el fuego. Esto te llevará unos 20 minutos. Tras ello, cuélalo todo y resérvalo.
En la misma olla que estabas usando, una vez limpia, o en otro cazo, calienta un poco de aceite y añade las verduras. Salpiméntalas y pon el laurel y la ñora. Sofríe durante ocho minutos y añade el pimentón y el azafrán a media que vas removiendo muy bien y regando con el vino. Cuando se evapore el alcohol, cubre con un litro de caldo y mantén la cocción durante 10 minutos. Tritura con la batidora para deshacer las verduras y espesar la mezcla.
Una vez hecho esto, y por último, agrega el pescado limpio y troceado y después de cinco minutos añade los langostinos. Cuando estos comiencen a coger color y ya tengan una mejor pinta, echa las almejas bien escurridas y enjuagadas. Tapa la olla o cazo y espera a que estas se abran. Si ves que el líquido se está consumiendo, añade más caldo. Retira el laurel, ponle el punto de sal al gusto y listo para servir. Tras esto, en cada plato, cada comensal puede añadir su toque de pimienta, perejil, eneldo o tomillo.
Sopa de pescado y qué más
Si crees que la sopa de pescado, por muy rica que esté, te va a saber a poco, puedes presentarla como un plato principal acompañado de alguna de estas siete ensaladas, que son de lo más fancy de cara a Navidades. Igualmente, puedes servir el plato de sopa como un primero y acompañar de alguna carne como segundo.
Y para rizar el rizo, lo que te sobre sí o sí lo tienes que aprovechar otro día echándole un puñado de fideos o de arroz. Y puede que no te lo creas, pero te va a saber más rico aún.
Fotos | Directo Al Paladar y Pixabay
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