No es ningún misterio que yo te diga que Juan Carlos I es de buen comer. No sabemos a ciencia cierta cómo se alimenta el soberano en Abu Dabi, pero sí tenemos cristalino que cuando vuelve a España lo primerito que hace es llenarse el buche en un buen restaurante.
Lo que nos ha dejado con la boca abierta es que al abuelo de la princesa Leonor, al igual que cualquier hijo de vecino, no le gusta que se desperdicie comida y opta porque se la pongan para llevar. Así lo hemos corroborado en este vídeo publicado por 'Semana' en el que aparece el monarca saliendo de un reconocido local.
Tal y como se aprecia en las imágenes, Juan Carlos y su íntimo amigo Pedro Campos abandonan el restaurante de Berto Domínguez, una famosa marisquería situada en O Grove. Y es que se puede ver a un empleado del marido de Doña Sofía cargando una bolsa cargadita de tupperwares, entendemos que de los mariscos que les han sobrado del almuerzo.
Un reencuentro inesperado
Ha sido a comienzos de esta semana cuando el emérito se ha encontrado con Felipe VI y porque el destino lo ha querido así. Me refiero a que no estaba planeado para nada. Esta inesperada quedada ha tenido lugar en el aeropuerto de Vitoria, concretamente a pie de pista, donde Juan Carlos aterrizaba para acudir al médico y el esposo de Letizia Ortiz era desviado ahí por culpa de las condiciones meteorológicas.
Según han informado en 'La Vanguardia', la conversación padre e hijo fue agradable y no llegó a la media hora de duración: "Se han saludado afectuosamente, según testigos presenciales, y posteriormente ambos se han dirigido a sus respectivos destinos: el rey Juan Carlos a visitar a sus médicos y el Rey hasta Hernani para asistir a los actos del centenario de Eduardo Chillida", exponen en el citado medio.
Fotos | Gtres
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