Anoche sufrimos y mucho con la no-entrada de la gran Adara Molinero a 'Supervivientes All Stars'. Nerviosa, con lágrimas en los ojos y una cara que gritaba "me quiero ir de aquí', la participante activaba el protocolo de abandono antes de saltar del helicóptero: "Tengo miedo y no puedo vivir lo mismo otra vez. Tengo terror. Es que he estado aquí hace muy poco tiempo, no puedo volver a vivir lo mismo. Es durísimo" advertía la modelo, mientras que Jorge Javier Vázquez, en un intento de hacerla cambiar de opinión, le daba de plazo hasta el domingo para que reflexione su decisión.
Tengo que reconocer que la reacción de la concursante me ha dejado de piedra. Ella, que ha luchado en cada reality que ha participado (y no son pocos) como la que más, alcanzando los puestos de finalista y hasta ganadora, como ocurrió en 'Gran Hermano VIP', debe de haberse sentido MUY sobrepasada con la situación para negarse en rotundo a saltar.
Recordemos que conocimos a la ex azafata de vuelo en la 17º edición de 'GH', donde se enamoraba perdidamente de Pol Badia. Ahora, Adara ya no es la que era. Su mayor objetivo es el bienestar de su pequeño Martín y se gana la vida como creadora de contenido. Eso sí, tampoco luce igual que aquella joven que entró en la casa de Guadalix. Ha pasado por chapa y pintura en varias ocasiones y, por decisión propia, está fabulosa.
Adara en 'Gran Hermano' - Telecinco
Parada(s) en boxes
Como decía, la de Alcobendas factura a golpe de post en redes. Y lo cuenta todo. Quiero decir que nunca se ha cortado a la hora de desvelar los retoquitos estéticos que se ha realizado. Uno de ellos son los labios. Vale, Molinero ha dejado cristalino que NUNCA se los ha operado, pero sí que se los tatuó con el fin de aportarles más forma y color, a la vez que se sometió a un peeling para que lucieran más carnosos.
Por otro lado, la ex de Gianmarco Onestini llevó a cabo un tratamiento para paliar sus ojeras que, en sus propias palabras, la dejó "como si hubieras dormido tres meses seguidos. Es brutal. Me han pinchado en las ojeras ácido hialurónico, un cóctel de 14 nutrientes y anestesia. Es un tratamiento imprescindible para mí, más que el bótox en la frente", expresó a mediante stories.
La mayor preocupación de Adara es que su piel esté siempre súper cuidada. Hecho que ha cogido más relevancia tras su paso por 'SV' el año pasado. Es por esto por lo que la influencer se ha pinchado bótox repetidas veces tanto en la frente como en las patas de gallo, además de plasma y ácido hialurónico en los pómulos o fosas temporales. Así, la hija de Elena Rodríguez ha logrado que su piel luzca reluciente y, a su vez, previene los signos de la edad.
Lo que ha traído a la televisiva por la calle de la amargura ha sido su nariz. Tal y como ella misma ha relatado, nunca se sintió decidida a dar el paso y someterse a una rinoplastia. Lo hizo, en diciembre de 2022, y está muy contenta con el cambio.
Concretamente, la intervención de Molinero consistía en una reducción en los dos cartílagos alares con la que corregir la desproporción de la punta. Después de esto, redujo las dos aristas de los huesos de la nariz a través de ultrasonidos. ¿Cuál será el siguiente retoquito de Adara? Muy pronto, seguramente, lo veremos.
Fotos | Telecinco e Instagram de @adara_molinero
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