Venga, reconozcámoslo. En los últimos veranos, nos volvimos locos con los hinchables. Culpemos a Instagram de ello, o a las celebrities que nos los metían por los ojos en publicaciones ideales de piscina a lomos de un unicornio, un cisne o un flamenco. O culpemos a Primark, que los puso al alcance de todos con sus precios low cost. El caso es que llevamos ya tres veranos obsesionados con los hinchables y, ahora que los días de sol han acabado y el otoño se ha instalado en nuestras vidas, nos preguntamos... ¿dónde han ido a parar todos esos flotadores tan cuquis?
La respuesta la encontramos en el hotel Hipotels Gran Playa de Palma, que ha decidido darles una nueva vida a todos esos unicornios y flamencos cruelmente abandonados por sus propietarios. Durante los próximos tres meses, quien quiera podrá acercarse a las instalaciones del hotel y adoptar, sin ningún coste, alguno de estos flotadores dejados atrás. Según una encuesta que acompaña a esta gran noticia de la segunda vida de nuestros hinchables favoritos, el 58% de los millennials británicos compran un hinchable para sus vacaciones, pero solo el 28% los llevan de vuelta a casa. Una noticia desoladora para la que, ahora, parece haber aparecido la solución.
Imágenes | Hotels.com
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