Un mirador de dos mil metros cuadrados oculto en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Es de los pocos que existen

Está pensado para contemplar el despegue y el aterrizaje de aviones y pasar el rato

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María Yuste

Editor Senior

Normalmente, pasamos por los aeropuertos de forma apresurada para llegar a tiempo a nuestro vuelo, cansados de llevar maletas a cuestas o tristes por una despedida. Sin embargo, pocos saben que en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas existe un rincón pensado para hacer todo lo contrario: detenerse, mirar y disfrutar del momento. Se trata de la Zona Spotters, un espacio inaugurado en julio de 2022 donde aficionados a la aviación, curiosos  e incluso familias pueden ir a contemplar unas vistas muy peculiares: ver muy de cerca el despegue y aterrizaje de los aviones.

Acceso sin billete y gratuito

El mirador ocupa más de 2.000 metros cuadrados y cuenta con bancos, papeleras, una zona de pícnic y aparcamiento reservado para los visitantes a esta zona del aeropuerto. Lo mejor es que no se necesita tener un billete de avión para acceder. Se puede pasar de forma completamente gratuita. Basta únicamente con identificarse en la caseta de acreditaciones situada antes del control de seguridad. Después, a los visitantes se les entrega una tarjeta temporal con la que pueden entrar y salir del recinto. Eso sí, acompañados siempre por personal de seguridad.

El horario en el que está abierto al público es de 7:30 a 21:30 y, exactamente, se encuentra en la carretera de circunvalación de Iberia, al norte de las terminales T1, T2 y T3. Para llegar en coche, Aena facilita incluso coordenadas exactas: 40°28’52.6″N 3°34’43.2″W.

Imagen Origi Aena

Como cualquier espacio que pertenezca un aeropuerto, el mirador funciona con normas muy concretas: está prohibido fumar, llevar bebidas alcohólicas o comida más allá de bocadillos, acceder con mascotas y dejar pasar a menores de 16 años sin acompañante. Tampoco se permite arrojar objetos, traspasar los límites señalizados ni utilizar focos o láseres que puedan deslumbrar a los pilotos y al personal en pista. 

Más allá de tener que cumplir de manera estricta con las normas por seguridad, es una experiencia pensada para disfrutar con calma y tener la oportunidad de disfrutar de un plan poco habitual en un aeropuerto. De hecho, Barajas es uno de los pocos aeródromos españoles con un mirador oficial de este tipo, y su apertura responde al creciente interés por el spotting, la afición de fotografiar y observar de cerca la actividad aérea.

Foto de portada | Shutter Speed 

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