“Prefiero hacer más kilómetros que vivir en una ciudad grande y cara”. Cuando estar en un pueblo compensa a pesar de volver a la oficina

Viajar Para Ir A Trabajar Vivir En Ciudad Cara O Barata Y Lejos
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Mi pareja trabaja en el centro de Madrid. Vive en el extrarradio (muy extra) a 30 minutos en coche de su lugar de trabajo. Mi prima trabaja en el pueblo donde yo vivo, una localidad también de Madrid, pero en cambio vive en una casa en el campo en otra provincia. Tarda 40 minutos en llegar a trabajar. Ambos van en coche, lo que reduce considerablemente los trayectos, aunque aumenta los gastos.

Tengo una amiga que trabaja a una hora y media en coche de su casa. Sus días han pasado de 24 a 21 horas. En este caso, ir a trabajar se convierte en viajar. El por qué ocurre es algo sencillo. Cuando la contrataron vivía a 15 minutos en coche, en pleno centro. Cuando llegó el COVID, pasó a trabajar en remoto. De hecho en esa época, algunas de las empresas más grandes del mundo prometieron volverse remotas o que sus trabajadores tuvieran una jornada híbrida no solo durante el COVID, sino para siempre.

Se mudó al ver que podía trabajar desde cualquier parte y se compró una casa en las afueras, lejos del ruido, los atascos y la gente. Ahora, su empresa ha solicitado que vuelva a la oficina como otras muchas empresas españolas, o como ha hecho Grindr, por ejemplo.

El éxodo laboral y el problema de tener que volver a las oficinas

Como hizo mi amiga, otros españoles se mudaron. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 28% de las mudanzas en 2021 se hacían a pueblos pequeños. Un pequeño éxodo de trabajadores con muchos beneficios, como un aumento en los ingresos, tal y como explican en Xataka. En Estados Unidos, la cifras son aún mayores porque entre 2020 y 2022 unos dos millones de personas se mudaron lejos de las principales ciudades.

Trabajadores Viven En Ciudades Alejadas Mas Baratas

Para ponernos un poco en contexto, en 2019 y según datos de la Oficina del Censo de EE. UU., un 10% de los trabajadores tardaba una hora en ir a trabajar. En 2021, la cifra bajaba a 7,7%. Además, la media de tiempo pasó de 27,6 minutos que se tardaba en 2019, a 25,6 minutos en 2021. En España, según la consultora PageGroup, la media de desplazamientos se mantiene en 36 minutos, 6 menos de la media europea.

Pero ahora, muchas empresas exigen esa vuelta a las oficinas con el consiguiente problema del transporte hasta ellas, como explicaban los trabajadores de Amazon. En muchos casos esto provoca los llamados ultraviajes, largos períodos de trayecto hasta los puestos de trabajo que en muchas ocasiones cuestan y en otras, compensan.

Algunas ventajas de “viajar” para ir a trabajar

Tal y como explican en la Revista Fortune, que ha entrevistado a varias personas que hacen a diario estos ultraviajes, para algunos es el tiempo ideal para organizar su día y cuadrar su horario como hacíamos en el instituto, ordenando las prioridades de su jornada laboral.

El Vagon De La Muerte Viajar Para Ir A Trabajar

Otros llegan mucho antes que sus compañeros (todos sabemos que en las grandes ciudades es mejor evitar las horas puntas para ir al trabajo), por lo que la oficina está en silencio y esas primeras horas, son las más productivas de su día y el momento ideal para “comerse la rana”.

A nivel económico tampoco es una locura, de hecho es más beneficioso vivir lejos en un pueblo pequeño que cerca, porque aunque gastan más en medios de transporte, lo compensas con unos gastos menores en vivir. Vivir fuera de las grandes ciudades es más barato. Y hasta existen pueblos en España en los que cobras por vivir en ellos.

Ese tiempo de moverte de casa al trabajo se puede emplear, si vamos en transporte público, en leer algunos de los mejores libros de 2023. Si vamos en coche, es el momento ideal para escuchar un podcast. O para escuchar ese audio eterno que te ha mandado tu amiga.

Como persona que desde que cumplió los 18 años se ha movido a uno y otro lado para ir a estudiar y después a trabajar en rangos de no menos de 30 minutos y hasta 2 horas de viaje, te diré que en esa época en la que aún no teletrabajaba, leía mucho más, me enteraba de más noticias y hablaba más con mi círculo social. Ese tiempo que parece perdido puede aprovecharse y disfrutar cuando vuelves al trabajo de la tranquilidad de vivir en un pequeño pueblo en el que tus vecinos te conocen por tu nombre.

Fotos | El vagón de la muerte, Bullet train

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