Google recrea con Macaulay Culkin cómo sería 'Solo en casa' con sus nuevas tecnologías

Kevin McCallister ha vuelto a quedarse solo en casa 28 años después. Aunque, en esta ocasión, en vez de entrar en pánico, se alegra al descubrir que por fin tiene la casa para él solo.

Podría ser un buen punto de partida para un remake de Netflix del clásico de los 90. Sin embargo, se trata solamente de un anuncio navideño de Google Home que recrea cómo hubiera sido para Kevin enfrentarse a las mismas situaciones en la actualidad y ayudándose de su tecnología.

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Una de las primeras en actualizarse es la mítica escena en la que el personaje de Macaulay Culkin grita como en un cuadro de Munch después de aplicarse aftershave por primera vez en su vida. Ahora nos quedamos sin drama porque se le ha acabado y lo más raro que sucede es que le pide a su smartphone que lo apunte en la lista de la compra.

Por supuesto, lo siguiente es saltar en la cama. Lo hace sin olvidar sus responsabilidades, pidiéndole a Google que le recuerde más tarde que tiene que echar a lavar las sábanas. También descubre que ya no está para esos trotes con un pequeño dolor de espalda.

Aunque lo que descubrimos, sobre todo, a medida que avanza el spot es que con la ayuda de internet y de este asistente virtual nos habríamos quedado sin muchas de las escenas que hoy son clásicos del cine.

Por ejemplo, Kevin ya no tendría que ingeniárselas para no pagarle en mano al repartidor de pizza usando fragmentos de audio de una película. O sí, pero solo por las risas porque la habría pagado por internet. Además, se acabó el pasar miedo bajando al sótano para encender la caldera porque, adivina quién regula ahora la temperatura por ti.

Y aunque Google no pueda montar por él "el plan Kevin", aquella fiesta falsa para ahuyentar a los ladrones, sí puede ayudarle a ejecutarlo. En 2018 los hilos para mover a los "invitados" han sido sustituidos por robots aspiradores.

Por no hablar de que podría controlar los pestillos y mirar las cámaras de seguridad a través de su tablet, desde cualquier punto de la casa.

Desde luego, puede que la tecnología nos facilite la vida pero también puede complicar mucho la ficción.