En este mundo edulcorado en el que vivimos, siempre gusta oír a Juan José Millás, una de las voces más preclaras del panorama literario actual. A sus 79 años, el escritor y periodista ha publicado su última obra, Ese imbécil va a escribir una novela. En la novela, el autor narra la historia de un escritor que curiosamente se llama también Juan José Millás, quien recibe el encargo del periódico en el que colabora para escribir el que cree que puede ser su último reportaje.
Con motivo de la presentación de su libro, el autor valenciano está concediendo numerosas entrevistas en las que la literatura se entrelaza con la reflexión vital. Y si hay un tema que atraviesa todas esas conversaciones es el envejecimiento. Lejos de maquillarlo con optimismo prefabricado, Millás lo aborda con una honestidad descarnada. En una sociedad que idolatra la juventud y esconde lo que incomoda, su mirada resulta casi subversiva.
Cada uno se enfrenta como puede al envejecimiento
En una reciente entrevista para Esquire, lo resume así: “La vida es cambio, toda la vida es cambio: niñez, juventud, madurez, encuentras un trabajo, te estabilizas, te casas, tienes hijos y parece que te instalas en una especie de meseta. Luego se mueren tus padres, llega un divorcio y así van transcurriendo los años. Nos creemos que vivimos momentos de estabilidad, pero todo en la vida es puro cambio. La vejez es uno de esos cambios, lo que pasa es que es el último”.
El Intermedio
Con esa misma claridad, Millás habla sin rodeos del temor que inspira el deterioro físico y mental, y de cómo cada uno lidia como puede con esa etapa. Reconoce que la medicina ha conseguido alargar la esperanza de vida, pero no siempre en condiciones dignas: “No hay más que ver algunas residencias de ancianos, que son puras escombreras”, dice con crudeza. Y concluye: “Así que a lo único que aspiro es a acabar bien. ¡Bendita eutanasia!”
En El Intermedio, entrevistado por Thais Villas, el escritor insiste en que no le da miedo a envejecer , porque "te acostumbras, va poco a poco. Entras en un país en el que todo es distinto".
En esta misma entrevista, el autor comparte con sus seguidores que para mantenerse en forma camina, hace pilates, evita el sofá en la medida de los posible y lee mucho, además de beber té. Durante la entrevista, también le confiesa a Thais Villas que dejó de beber gintonics hace tres o cuatro años.
Fotografías | Captura de La Sexta y El Intermedio
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