Ver porno en pareja puede ser una experiencia excitante y muy erótica, pero también puede ser divertido o incluso ridículo. Por qué lo hacemos y qué esperar de ello son dos claves que harán que sea como fuere, te lo pases bien y sea positivo.
¿Es señal de que algo no va bien?
El porno no es que goce de muy buena reputación que digamos: a menudo demonizamos el consumo de pornografía, y los medios, por ejemplo, suelen poner el foco de atención en sus efectos negativos.
Este escenario lleva a que muchas personas, ante la demanda de sus parejas de ver porno juntos, piensen que algo no va bien.
Pero no te alarmes, que no necesariamente es así. Que tu pareja quiera ver pornografía contigo no significa que:
- No esté a gusto con vuestra vida sexual.
- No seas suficientemente excitante.
- Es señal de que sea un “depravado” (pongo esta expresión porque a veces la escuchamos en consulta, para que te hagas una idea de las creencias que tienen otras personas).
- Necesita “más”.
- Sea “adicto” al porno.
Algo similar sucede, por ejemplo, con el tema de la masturbación: muchas personas conservan a día de hoy la idea (mito, en realidad) de que la masturbación es un sucedáneo del “sexo de verdad”, que estando en pareja no hace falta practicarlo y que, si se hace, es señal de que algo falla.
Pero masturbarse no solo no es negativo, sino que se trata de algo sanísimo, deseable y estupendo, se tenga o no se tenga pareja. Pues lo mismo sucede con la pornografía, salvando las distancias.
El porno es una vía de excitación tan lícita como otra cualquiera, y dentro del marco de una relación sana puede ser una actividad de lo más “entretenida” a nivel sexual, sin más implicaciones ni complicaciones.
Por qué puede ser positivo ver porno en pareja
- Es una forma de introducir variedad en nuestra vida sexual.
- Es una fuente de excitación que, en este caso, al ser compartida potencia aún más el deseo.
- Puede servir para “coger ideas”, tanto de posturas, juegos de roles...
- Es una vía para explicar alguna demanda concreta: en consulta a veces, cuando trabajamos en pareja, recomendamos que vean porno juntos por un motivo meramente “didáctico”. Y no, no es porque el porno sea la mejor escuela de sexo, sino porque es gráfico y a veces ayuda a determinadas personas a explicarle, visualmente, a su pareja qué es lo que le gustaría hacer -o que le hicieran-.
- Puede servir para alimentar tus fantasías (y las fantasías son nuestras amigas).
- Es una forma de compartir con nuestra pareja algo que nos excita, y algo íntimo, por tanto es una forma de conocimiento mutuo, es intimidad.
Por qué quieres hacerlo tú
Esta pregunta, que puede parecer de perogrullo, tiene en realidad su importancia. A veces hacemos cosas sin tener claro el motivo, o con una motivación “visible” que en realidad esconde otros aspectos “menos positivos”.
Si te apetece ver porno con tu pareja porque te parece excitante, por introducir cambios en vuestra vida sexual, por hacer algo nuevo, adelante, perfecto.
Pero si lo que te lleva a planteártelo es una demanda tajante, el deseo de agradar o por miedo a que la otra persona se frustre si no lo hacemos... mejor parar y meditarlo antes de hacerlo, porque nos estaría indicando que algo no va bien a nivel de relación.
Las relaciones necesitan de la honestidad y la confianza para funcionar, para que nos hagan sentir bien. Si no somos capaces de confrontar con nuestra pareja determinados temas es porque algo está fallando en la comunicación.
En lo sexual no vale lo forzado, no funciona ni es deseable ni positivo a nivel emocional hacer algo con lo que no nos sentimos a gusto. Y es que una cosa es salir de nuestra zona de confort y otra hacer algo que nos desagrada.
Si nuestra pareja nos propone algo nuevo puede que de entrada no fuera una opción que nosotros contemplaríamos, pero... nos da curiosidad o nos apetece probar. Pero si es un “no” de entrada...
Indaga tus motivos reales. ¿Cuánto hay de lo que te apetece y cuánto de “es por tu pareja”?
Qué te gusta
Si vas a ver porno con tu pareja es importante, como todo lo relacionado con el sexo, que sepas y tengas claro qué te gusta y qué no.
¿Has visto porno alguna vez? Si no es así, quizá sea buena idea, antes de verlo con tu pareja, hacerlo a solas, buscar qué te excita y qué te produce rechazo (en el porno hay muchas variantes, y algunas de las prácticas puede resultarte desagradable, especialmente si acudes a portales gratuitos donde “hay de todo”).
Por ejemplo, hay muchas mujeres que dentro del porno lo que prefieren es porno lésbico, y no porque quieran tener relaciones con otra mujer, sino porque este tipo de escenas se centra en el sexo oral practicado a mujeres, en su placer, es menos agresivo...
Mira, juega, prueba, y lo que te excite apúntalo o guarda los enlaces. La experiencia será mucho más rica si lo que veis es significativo, si realmente es algo que te gusta y te pone a cien.
Cómo es ver porno en pareja
El cine y nuestras expectativas puede llevarnos a pensar en un escenario altamente erótico, todo pasión y todo sexy, pero es posible que la realidad sea muy distinta.
Muchas parejas se sienten un poco “raras” cuando se exponen a ver pornografía juntas por primera vez y esa incomodidad hace que la sesión sea de todo menos sexy.
A otras les da la risa (fruto de los nervios).
En otras ocasiones lo que a priori a ambos os parecía una idea hot total en la realidad no lo es, y simplemente no funciona.
Pero también puede pasar que os pongáis a tono y no veáis más de cinco minutos, y el vídeo se quede como fondo... mientras sois vosotros los que lo dais todo.
La mejor política siempre en lo que a sexualidad se refiere, es ser flexible e ir con la mente abierta a la experiencia, y a poder ser, ya que estamos, con espíritu lúdico.
¿Cuál es el objetivo final?
El objetivo siempre es que os lo paséis bien juntos, que disfrutéis de un rato de intimidad y que sirva para conoceros un poco más. Y este objetivo se puede lograr con una sesión intensísima, seria y pasional o con un rato de risas porque los protagonistas de lo que veis más que porno parece que están en el Circo del Sol.
Hablad antes, durante y después de la sesión. Compartid vuestras sensaciones, emociones, todo aquello que consideréis importante. Con esto la experiencia pasará a ser aún más trascendente, podréis aprender de ella, os unirá más. Porque hablar de sexo, de nuestro sexo, en pareja, siempre es positivo.
Así que ya sabes, no pierdas de vista tu objetivo, eso hará que salga como salga, suceda lo que suceda, os lo paséis bien y eso merece -mucho- la pena.
Fotos | Girls; Erika Lust en Instagram.