Sabemos que el deporte moderado, combinado con un déficit calórico, conseguirá que bajemos de peso. No sirve de nada matarse en el gimnasio y luego comernos siete donuts al llegar a casa y una bolsa de patatas al jamón, pero si combinamos una dieta sana con ejercicio y se produce esa diferencia entre lo consumido y lo gastado, adelgazaremos.
Investigaciones de la Universidad de California recogidas en el libro de James White y Peter Kent The best sex of your life, llegaron a la conclusión de que las personas que practicaban algún tipo de deporte cardiovascular tenían hasta un 30% más de relaciones sexuales que aquellas que no hacían ejercicio físico. Y es más, conseguían alcanzar el orgasmo un 26% más de veces.
No creas que hablamos de una clase de spinning de una hora de esas que sudas como si cada gota de agua de cuerpo fuese a escaparse por tu piel. Hablamos de cardio como actividad física moderada: patinar, nadar, correr, hacer bici, caminar deprisa, hacer elíptica… Nada excesivo, pero sí muy eficaz a juzgar por el estudio.
Por qué el cardio mejora tu vida sexual
El sexo es también actividad física. De hecho encontramos posturas con las quemamos casi tantas calorías como en una clase de pilates. Es cierto que el sexo no es un sustituto del gimnasio, pero como en cualquier actividad física, nuestro cuerpo va a ejercitarse. Nuestra fuerza y resistencia muscular se ve comprometida durante el sexo, especialmente la zona abdominal y lumbar. Si hacemos cardio, la zona del core también se refuerza y al tener luego relaciones sexuales, nuestra resistencia será mayor.
Aguantaremos más tiempo en diferentes posturas y nos cansaremos menos. De hecho, a nivel cardiovascular, un corazón sano ayuda en el sexo en este aspecto. El control de la respiración nos facilitará mantener el ritmo y prolongar el esfuerzo tal y como nos explican los expertos en deporte de Vitónica, consiguiendo relaciones sexuales que duren más y sean más placenteras.
En palabras de la sexóloga Mamen Jiménez, “durante el ejercicio físico segregamos endorfinas, aumenta la producción de testosterona y hace que nos mantengamos en buena forma física”. Y además, hacer deporte es una manera de aumentar el deseo sexual porque aumenta nuestra autoestima. Nos vemos mejor, más ágiles, y hasta más guapas/os y eso se traduce en un aumento de las ganas de sexo.
Pensemos además que hacer cardio moderado ayuda al rendimiento en la cama, aumenta la resistencia y consigue que tengamos más placer porque un suelo pélvico bien tonificado siempre nos dará orgasmos más potentes según los expertos.
Quizá practicar deporte no sea la panacea para tener más sexo, pero sí puede mejorar mucho nuestra vida sexual. Palabra de la ciencia.
Fotos | SUNDAY II SUNDAY y Ikrom Chinaski en Unsplash
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