Netflix tiene un apego especial a tres géneros: el true crime, por ejemplo con su último pelotazo que ha sido El Vigilante basada en hechos reales (aunque no pasó como lo cuentan en la serie); los documentales de comida como la maravillosa Comida para Phil (100% recomendable); y el género adolescente.
Ver series de adolescentes no es de viejóvenes ni de personas con el síndrome de Peter Pan. No es que queramos emular a Jennifer Lopez y pretendamos ser eternamente jóvenes como ella (que también), es que este género relajado y divertido entretiene tanto que no puedo evitar hincarle el diente a cualquier serie o peli que Netflix me sugiera. Sin excepción.
Así descubrí algunas de las mejores series de Netflix antes que nadie como Yo nunca o The end of the f***ing world y me enamoré perdidamente de grandes hits como Élite que me descubrió a María Pedraza o a Ester Expósito, o Stranger Things.
Vale que me he comido algún que otro truño que se ha colado en las recomendaciones personales de Netflix (ya te explicamos aquí cómo funciona el algoritmo), pero también he visto cositas que he disfrutado como si tuviera 17 otra vez, como la serie que recomendamos esta semana: Tú no eres especial.
Una de brujas para celebrar Halloween: Tú no eres especial
Esta recomendación tiene un aire místico como el de la serie con la que me entraron ganas de hacerme la carta astral, pero es que eso de las brujas es más que apetecible con Halloween tan cerca. Y si a eso le sumamos que está creada por una mujer (Estibaliz Burgaleta) y protagonizada por otra (Dèlia Brufau), no podía resistirme.
La serie se centra en Amaia, una adolescente que de la noche a la mañana ve cómo cambia su vida cuando tiene que mudarse con su hermana y su madre desde Barcelona al pequeño pueblo en Navarra de esta, para vivir en la antigua casa de su difunta abuela. Empezar de nuevo con esas edades no es nada fácil, sobre todo cuando descubres que podrías tener los poderes de tu abuela, la única bruja del pueblo.
Descubrir que puedes hacer magia siendo adolescente, es toda una aventura, pero entre misticismo y velas sigues siendo adolescente y tienes los mismos problemas que cualquier otra adolescente: nuevas amistades, amores imposibles, fiestas, problemas con tu madre y una aburrida vida que puede dar un giro si de verdad has heredado los poderes de tu abuela.
Las casualidades mezcladas con el intento de Amaia por darle chispa a su nueva vida en un pequeño pueblo en mitad de la montaña, consiguen una comedia dinámica y con ritmo que ha conseguido que me sienta identificada. La protagonista es normal y corriente, como era yo en el instituto, algo de agradecer en las series de adolescentes (basta de protagonistas normativas, preferimos diversidad como en La sirenita).
Es tan fácil de ver que cuando quieras darte cuenta te la habrás bebido por completo y sobra decir que es más que posible que como yo, te enamores de Salavarría, el pueblo navarro ficticio en el que la protagonista tiene que volver a empezar. Se ha creado rodando entre los valles de Larráun y Leizarán, la Sierra de Aralar, la región de la Montaña y el pequeño pueblo de Lecumberri.
Después de descubrirla afirmo que Netflix sí ha acertado con esta serie de adolescentes y es una gran apuesta si quieres pasar un buen rato y hasta quién sabe, practicar un poco de magia y descubrir que tú también eres algo bruja.
Fotos | Tú no eres especial (Netflix)
