Seis consejos para evitar las picaduras de garrapata este verano

Toma nota de estos tips para prevenir las picaduras de estos parásitos

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Las plagas de garrapatas se están dando con bastante frecuencia en distintos puntos de España. Esto se debe principalmente al cambio climático y el incremento de las temperaturas que han dado lugar a una creciente propagación de este parásito en la península. Y es que mientras que sabemos como actuar ante las picaduras de mosquitos o avispas, las que son de garrapata nos tienen un poco más desconcertadas.

El aumento de las horas de luz solar junto con el buen clima, hace que cada vez queramos estar más tiempo en la calle y huir de los espacios cerrados. Además el verano es la época por excelencia en la que buscamos incrementar las horas que pasamos en la naturaleza, optando por escapadas al campo y rutas por la montaña, lugares que a pesar de ser todo un plus para nuestra salud, son también zonas en las que el riesgo de picaduras de garrapatas, así como otros insectos, se multiplica.

Ante esta situación, el grupo de  expertos en enfermedad de Lyme de la Universidad Tufts (EEUU) han publicado 6 consejos con el fin de evitar las picaduras o, al menos, prevenir una posible infección. Y es que a pesar de que algunos puedan resultar bastante obvios, es cierto que otros no lo son tanto.

Evitar la hierba alta

Aunque pensemos que el verdadero peligro son los animales, lo cierto es que cuando la garrapata se encuentra en uno de ellos no tiende a abandonarlos para poder picarnos a nosotros, es más fácil que se de esta situación cuando se encuentran en el campo. Además cuando están listos para buscar un hospedador, trepan a las hierbas y allí se quedan colgados esperando a engancharse a un animal. De hecho, es importante saber que las garrapatas no viven enganchadas a su huésped la mayor parte del tiempo, sino que como se indica en los estudios científicos, pasan más del 95% de sus vidas fuera de su fuente de alimento.

Cubrirnos el cuerpo

Aunque los días de calor nos inviten a acudir al campo en sandalias, shorts y camisetas de tirantes, los más adecuado para evitar este tipo de picaduras es optar por camisetas de manga larga y pantalón largo, así como calzado cerrado. Además, siempre es mejor decantarse por colores claros, ya que estos ayudan a distinguir más fácilmente si una garrapata se nos ha pegado a la ropa o no.

Utilizar repelente

Es importante usar repelentes con al menos un 20% de DEET. Aunque existen muchas formulaciones de repelentes de insectos y garrapatas, el DEET es sin duda uno de los más seguros y recomendables para aplicar sobre la piel. Su eficacia contra garrapatas es algo menor que contra los mosquitos, pero sigue siendo muy alta, sobre un 85%. Si queremos añadir una protección extra en nuestra ropa podemos decantarnos a la par por un spray insecticida con al menos un 0,5% de permetrina. Bien es cierto que debemos de evitar este compuesto en la piel ya que no se fija bien, mientras que la ropa se adhiere de forma sobresaliente.

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Comprobar el cuerpo

Tras una escapada al campo es esencial comprobar el cuerpo para ver si nos ha picado alguna garrapata, ya que este tipo de picaduras no duelen y podemos no habernos dado cuenta. Una de las recomendaciones es hacer esta examinación en la ducha con la piel mojada, prestando atención a ciertas zonas, como debajo de los brazos, cerca de las orejas, en la nuca, en el ombligo, cintura e ingle, detrás de las rodillas y entre los dedos de los pies.

Quitar la garrapata con pinzas en caso de picadura

Si vemos que nos ha picado una garrapata debemos de quitarla con unas pinzas finas, apretando la piel para poder atrapar la cabeza del parásito y tirar de ella intentándo no separarla del cuerpo. Es conveniente lavar la piel con agua y jabón y acudir al centro de salud. El Ministerio de Sanidad de España aconseja guardarla en un bote con papel húmedo, ya que podría se útil poder identificar la especie o los patógenos que contiene.

Estar atentos a posibles síntomas

En las dos semanas siguientes de nuestra visita al campo debemos de estar atentos a la aparición de irritaciones en la piel, especialmente fijándonos en aquellas que son circulares, además de síntomas internos como la fatiga, fiebre o ciertos dolores.

Fotos | Kamaji Ogino en Pexels, Yaroslav Shuraev en Pexels

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