Puede que hayas oído que el pasado lunes 15 de diciembre, José Labrador fue expulsado disciplinariamente de ‘La casa de los gemelos 2’. Por si no sabes aún de qué hablo, este programa es un reality que se está merendando a todos los realities que conocíamos. No es como ‘La isla de las tentaciones’, sino más bien como un ‘Gran Hermano’ 2.0, mucho más salvaje, que se emite online y que se vende como un programa sin filtros. Para muchos es un engendro de televisión basura. Para otros, verlo es de aristócratas y tiene mucho que ver con Velázquez.
El fenómeno de los gemelos. La primera edición estrenada el 12 de octubre de 2025, exploraba los límites del entretenimiento sin filtros. Como una especie de ‘reality gore’ dirigido por Zona Gemelos (los hermanos Carlos y Daniel Ramos) para YouTube y Kick. Se nutre del ecosistema Mediaset con personajes como José Labrador de 'Gandía Shore' o Eros Vidal de 'La Isla de las Tentaciones'. A estos se suman nombres como Cherilyn Divine, La Marrash, El patica, Ruth o La falete entre otros.
Que no puede verse en la televisión no está restando éxito. Al contrario, se lo suma. Esta segunda edición está siendo un auténtico hito viral con picos de más de 300.000 espectadores, vídeos en redes con millones de reproducciones y conversaciones que no paran entre detractores y amantes del formato. No hay guion y las rarezas se van acumulando: pedos en la cara de compañeros, mierdas en mitad de habitaciones, peleas constantes, invasión de la intimidad, ataques de celos violentos y un sinfín más de contenido que genera una conversación constante en redes sociales. Y esto es una muestra de lo mucho que nos llama la atención este tipo de contenidos.
Los orígenes: la gente del placer del siglo XVI y el freak show. Ese gusto por lo raro y lo excéntrico del que tanto se está hablando, no viene de TikTok sino del siglo XVI. Personajes que parecen algo nuevo, pero que puede que sean ecos de la antigüedad como bien explicaba Alex Martín, historiador de arte y mediador cultural. El experto nos cuenta que “en los siglos XVI y XVII existía en la corte de los austrias un grupo de personas denominados como gente del placer. Estaba formado por enanos, bufones, personas con diferentes discapacidades físicas y mentales que convivían diariamente con reyes y príncipes”.
@berrenndo De Zona Gemelos 2 a los enanos de la corte de Felipe IV: lo grotesco, lo cómico y lo inquietante que vuelve a repetirse siglo tras siglo. Personajes que parecen nuevos, pero en realidad son ecos de la antigüedad. ¿Estamos viendo algo moderno o un viejo patrón disfrazado? 👀 #ZonaGemelos2 #lamarrash #Falete #ruth #Historia @Zona Gemelos @museodelprado
♬ Storytelling - Adriel
Figuras como Sebastián de Morra el Primo o la enana Mari Bárbola aparecen en cuadros de Velázquez y son parte de la gente del placer. “Su presencia en la corte no era anecdótica, formaban parte del día a día del entorno palaciego en prácticamente todas las cortes europeas”, asegura Martín. El por qué se debía a cuestiones simbólicas. “Marcaban el contraste entre lo feo, lo deforme e incluso lo ridículo que resaltaba la propia perfección del rey, y tenerlos en el palacio demostraba una especie de caridad ostentosa, además de que jugaban un papel fundamental en el ámbito del entretenimiento”. ¿Te suena? La aristocracia del siglo XVI hacía lo mismo que hacemos ahora: mofarse de lo raro y hacer espectáculo con ello.
Martín asegura que en el siglo XIX “vemos el desarrollo del freak show a manos de Barnum, que democratiza el acceso a todos estos espectros tan ambiguos de nuestra sociedad”. Este tipo de espectáculos es ahora para todos, no solo para los aristócratas, y ha llegado hasta el siglo XXI, solo que ahora, como explica el experto, “ya no se exhiben cuerpos raros ni figuras extrañas, sino vidas raras, personalidades caóticas, estéticas bastante excéntricas y una impulsividad que a veces cae hasta en esta idea de performance”. Si lo analizas, la lógica es la misma: la sociedad convierte la diferencia en espectáculo.
Antes de La Falete y la Marash estuvieron Encarnita Rojas Serrano y Tamara Seisdedos. Lo que hace La casa de los gemelos ya hemos visto no es nuevo, pero no hace falta que nos remontemos al siglo XVI para ver ejemplos de ello. Todo lo que rodeó a Tamara Seisdedos y que vimos en su maravillosa serie de Netflix, los personajes que Cárdenas viralizó bajo el nombre de “frikis” cuando aún ni existían las redes sociales o aquellos que aparecían en ‘El diario de Patricia’.
Hay muchos más como Encarnita Rojas Serrano del baptisterio romano del siglo primero (¿a quién no le va a gustar?) o Ares, conocido como “Pim, pam, toma Lacasitos" que aparecían en el programa ‘Callejeros’. Todos ellos representaban una España sórdida y excéntrica que se convirtió en parte del imaginario colectivo haciendo exactamente lo mismo que ‘La casa de los gemelos’. Su impacto aún perdura, lo que no queda claro es si por mofa, por comedia o por ternura.
Lo que diferencia ‘La casa de los gemelos’ con lo ocurrido en el pasado. Guy Debord decía en su libro ‘La sociedad del espectáculo’ que vivimos en la sociedad del espectáculo y lo diferente se convierte en contenido. La diferencia es que antes se consumía en una sala de palacio, después en los teatros, más tarde en la televisión y ahora, en las redes sociales. Y es precisamente en ese cambio donde podemos ver su éxito porque la Generación Z consume la mayor parte de su contenido en redes sociales y emitirlo en televisión no tendría sentido.
Además, si recuperamos esa idea de que es un programa “sin límites”, hay que pensar que la tele los tiene y las redes mucho menos, así que es un campo más apto para que crezca. El problema es que esa falta de límites puede hacer que el programa llegue al límite, valga la redundancia, de los derechos humanos. Y no nos gustaría que se repitieran casos como el de Raphaël Graven en Francia, conocido como Jean Pormanove, que se dejó torturar en directo por “sus amigos” hasta la muerte.
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Fotos | La casa de los gemelos, “Las meninas“ de Diego Velázquez
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