Por sexto año consecutivo Finlandia se hacía con el primer puesto como el lugar más feliz del mundo con una puntuación de 7,8 sobre 10 según el Informe Mundial de la Felicidad 2023. España no está cerca. Ocupa el número 32 con un 6,4, así que si queremos saber cómo alcanzar la felicidad lo mejor es preguntar a quien sabe: un finlandés.
No es que los finlandeses tengan el gen de la felicidad. Es que según Frank Martela, finlandés, filósofo e investigador de psicología en la Universidad Aalto de Finlandia, su país tiene la gente menos infeliz del mundo. "Mi problema con la palabra 'felicidad' es que nunca sabemos de qué estamos hablando cuando hablamos de felicidad. Podríamos referirnos a la satisfacción con la vida o a estar alegre todos los días. Es un poco ambiguo”, explicaba al NY Times. Frank Martela explicaba en su blog que “la felicidad tiene que ver con los propios sentimientos de una persona y cómo ve su propia vida. No se trata de Finlandia. Se trata de los nórdicos”.
Los finlandeses son un pueblo típicamente estoico como explicaba a la BBC Meik Wiking, director ejecutivo del Happiness Research Institute. "Los nórdicos, y los finlandeses en particular, son emocionalmente introvertidos. Para los finlandeses, la felicidad consiste más en vivir una vida reservada, equilibrada y resiliente”.
Pero entonces, ¿cómo alcanzan la felicidad? Pues tal y como explica Martela, no se trata de hacer feliz a la gente sino de eliminar las fuentes de infelicidad, algo que explicaba a la revista NewScientist. Aunque hay algo que como personas y de forma individual podemos hacer para conseguir esa felicidad y que el filósofo explicaba a la CNBC como cruciales: seremos más felices siguiendo estos tres principios comunes en la sociedad finlandesa.
Fomentar las relaciones personales y tener un fuerte sentido de comunidad
Como diría Gente de Zona, Miami me lo confirmó. Aunque no fue Miami sino Harvard que asegura que la clave de la felicidad está en las relaciones que mantenemos a lo largo de la vida, según el Estudio del Desarrollo Adulto de Harvard. Esas relaciones interpersonales son esenciales también para los finlandeses.
Martela asegura que “tener a tu alrededor personas que se preocupan por ti y por quienes tú te preocupas hace feliz a la gente”, algo que se aplica hasta en las condiciones más desfavorables como aseguran los estudios. Conectar con otras personas nos alivia en los peores momentos, y podemos encontrar la felicidad saliendo con amigos o visitando a nuestras familias.
En el caso de Finlandia, cuenta con espacios de ocio para sus habitantes, como ocurre con el Centro de Educación para Adultos de Kauniainen en el que se realizan todo tipo de actividades y que está subvencionado tanto por el estado como por la ciudad. Con este tipo de acciones no solo se favorece que la gente esté entretenida, también se fomenta que se genere un sentimiento de comunidad.
Ayudar a otras personas
Según un estudio realizado por la Universidad de Ciencias Sociales de Varsovia, la amabilidad está asociada con mayores tasas de felicidad. “Son actos que se pueden realizar sin que impliquen grandes esfuerzos ni sacrificios”, explica la autora principal Olga Bialobrzeska a El País. “Simples gestos cotidianos como tener una charla amistosa con el vecino, ser amable con un dependiente en una tienda o preguntarle a un compañero de trabajo cómo le va” ya tiene efectos sobre la nuestra felicidad y la de nuestro entorno.
Es más, la felicidad proviene de hacer feliz a los demás según este otro estudio de la Universidad de Ohio, así que ayudar a otras personas tiene un beneficio claro en nuestro bienestar. Se ha demostrado además que la conexión social se asocia con el bienestar y realizar actos de bondad parece ser una de las mejores formas de promover esas conexiones hasta en personas con ansiedad, depresión y estrés. “Cuando ayudas a alguien, tienes un impacto positivo en los demás y tu propia felicidad aumenta”, explicaba Martela.
Encontrar un propósito claro para uno mismo
Encontrar un propósito, un objetivo vital, no es algo sencillo, eso es cierto, pero impacta de forma directa no solo en nuestro bienestar, sino en nuestro desarrollo personal, nuestra felicidad y hasta en nuestro éxito. En palabras de Martela, cuando tenemos un propósito es más fácil tolerar las malas condiciones. De hecho, según el experto “centrarse en cambiar esas condiciones es una fuente que podría animar a la persona y ayudarla a encontrar significado a su situación actual”.
Ahora lo difícil es encontrar el tuyo. Es complicado, lo sé, pero puedes comenzar por hacerte una lista de qué cosas te hacen feliz en la vida y en base a ellas, marcar ese objetivo. En mi caso es conseguir tener una Camper con la que viajar por todo el mundo, pero en tu caso puede ser escribir una novela o formar una familia. Y no tiene porqué ser solo uno. Podemos tener varios propósitos encima de la mesa.
Fotos | Unbreakable Kimmy Schmidt
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