No a vivir comparándonos con otros (o cómo las redes sociales nos frustran constantemente sin motivo aparente)

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Mariana se graduó a los 22 años pero tardó cinco en conseguir el trabajo de sus sueños. Fernando estudió abogacía y cuando ejerció, se dio cuenta que quería ser artista. Jazmín no tuvo educación pero montó su empresa de emprendimiento y trabaja en lo que le gusta. Martín se casó a los 25, pero se divorció a los 30. Rodrigo encontró a su compañera de vida a los 45, se enamoró y está feliz. Sí, puede parecer que hay personas a tu alrededor que te llevan ventaja en el camino de vida...

Con esta historia, la psicóloga clínica Marina Mammoliti introduce el tema que hoy abordamos: vivir comparándonos. Una obsesión que con las redes sociales se ha materializado más aún, si cabe, y se ha hecho tangible a golpe de like: "En las consultas de psicología es casi una constante escuchar que X persona hizo X cosa y por eso yo me siento mal, desentendiendo que cada camino es único e inigualable".

La experta en psicoterapia online nos explica que la comparación es más común de lo que creemos y no está mal hacerlo, pero sí el modo en que lo hacemos: "El modo en que nos comparamos es lo que nos daña profundamente. ¿Existe una comparación sana? Claro que sí. Y tiene que ver con entender qué eso eso que quiero del otro, para poner todos mis esfuerzos en ir a por ello yo también".

Mi vida es más que un like

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Si bien es cierto que la tecnología ha sido un apoyo fundamental en los tiempos actuales, la adicción a las redes sociales ha disparado las comparativas y, en consecuencia, la ansiedad y frustración.

"Actualmente, las redes constituyen una nueva forma de interacción en la vida diaria e influyen significativamente en las relaciones personales y profesionales. Vivimos conectados y pendientes de los demás. Es una conducta que, aunque al principio resulte placentera, genera una pérdida de control sobre su uso", explica la psicóloga experta en adolescentes, María Vega.

Y añade: "No permitas que las redes sociales regulen tu vida. Debes ser tú quien tome control sobre ellas. Recuerda que hay un mundo real ahí fuera que merece la pena conocer, personas a las que acercarse y oportunidades para crecer".

No compares tu vida con la de los demás: lo que se ve no siempre es así

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Para ayudarnos en el proceso, la experta menciona varias recomendaciones para romper de una vez por todas esa adicción insana que provoca un malestar profundo del que no somos del todo conscientes: "Deja de seguir las cuentas que te generan ansiedad, prueba a desconectarte un rato del móvil antes de irte a dormir. Y por último, si lo ves necesario, prueba a desconectarte de las redes una temporada".

En conclusión, ten en cuenta que la otra persona me refleja lo que deseo, y por ello es mi tarea, en vez de juzgarme, ir a buscarlo: "Piensa que tú puedes lograrlo también. Tendrás que construir las herramientas necesarias para conseguirlo. Cada uno tiene sus tiempos. Cada proceso es único. No conocemos las batallas de quien está luchando, y en esa comparación nos olvidamos de las nuestras".

"Escribe tu propio camino. Deja de compararte. A tu propio tiempo. Hónralo", sentencia la experta.

Fotos | Black Mirror

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