El cambio no es algo fácil. Mi vida por ejemplo ha cambiado 360 grados en menos de un año y no todos los pasos en el camino han sido sencillos. Pero lo que sí sé es que después de comprometerme de verdad con el cambio, los resultados vinieron solos.
Los cambios pueden ser laborales, personales, sociales… Podemos estar pasando por una ruptura de pareja, tomar la decisión de cambiar nuestro trabajo por uno que nos llene más o simplemente habernos decidido a hacer ejercicio y ponernos en forma de una vez por todas.
Cómo conseguir que funcione el cambio
Si estás decidida a cambiar tu vida, sea de la manera que sea, es importante que sepas que el cambio requiere esfuerzo y tiempo, que tendrá altibajos pero que es importante que nos mantengamos enfocados. El cambio requiere consistencia, especialmente si buscamos una transformación duradera.
Pero a veces pensamos que para cambiar de vida tenemos que hacer grandes cambios, y según el reconocido experto en hábitos James Clear, autor de Hábitos atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios “el cambio real proviene del resultado de cientos de pequeñas decisiones”. Una de ellas es dejar atrás algunos hábitos que sin saberlo, pueden poner a prueba tu compromiso.
Hábitos atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios (Autoconocimiento)
Doce hábitos que debes dejar atrás si quieres cambiar
En lugar de buscar la aprobación de otros, confía en tu juicio
Iria Reguera, psicóloga y redactora jefe de Trendencias, nos explicaba que “los seres humanos somos seres sociales y en mayor o menor medida, necesitamos a los demás. Necesitamos formar parte de grupos sociales, sentirnos incluidos por otras personas y tener gente a nuestro alrededor con la que identificarnos.” Pero eso no significa que buscar la aprobación de otros deba ser nuestra máxima.
Buscar la aprobación externa es un hábito que puede obstaculizar el crecimiento personal y resultar limitante, ya que disminuye nuestra capacidad de juicio y nuestra seguridad a la hora de tomar decisiones. Piensa que vamos a enfrentarnos a un cambio y debemos hacerlo con confianza.
En lugar de compararnos con los demás, acepta tu camino
En alguna ocasión te hemos contado lo perjudicial que es compararnos con los demás. Por ejemplo, comparar nuestra relación de pareja con la de Rosalía y Rauw Alejandro, solo nos va a impedir progresar y va a minar nuestra autoestima. No solo porque lo que se ve de los demás no siempre es así como bien nos explicaba la psicóloga clínica Marina Mammoliti, sino porque especialmente en este momento nos tenemos que centrar en nosotros.
Celebrar nuestros triunfos y aceptar nuestras derrotas sin compararnos, para disfrutar de nuestro camino.
En lugar de procrastinar, toma medidas
Los expertos de Xataka nos dicen que “no procrastinas por pereza o falta de tiempo. La culpa la tiene tu estado de ánimo”. Pero es que además, según los expertos procrastinar es una trampa mortal para tu cerebro en forma de ansiedad, y no queremos eso.
Posponer las tareas importantes solo retrasará alcanzar nuestro objetivo, así que si te cuesta, vamos darte algunos tips, porque son parecidos a los que te contamos cuando te dimos las claves para no dejar el gimnasio al segundo día: objetivos claros y planificación.
En lugar de tener una autoconversación negaiva, cultiva la autocompasión
Si no le hablamos mal al resto de personas, ¿por qué lo hacemos con nosotros mismos? Iria Reguera nos explicó que “la forma en la que nos hablamos y las cosas que nos decimos afectan a nuestro autoconcepto” y es que tener una autoconversación negativa es perjudicial para nosotras mismas.
Iria añade que “Hablarnos a nosotras mismas desde el mismo lugar de afecto, de comprensión y de compasión con el que hablamos a nuestros seres más queridos e, incluso, desde el respeto con el que hablamos a cualquier persona que nos rodee, tiene un poder sorprendente en nuestro bienestar.” Más comprensión y más conversaciones positivas con nosotras mismas.
En lugar de pensar en el pasado, céntrate en el ahora
Estar constantemente reflexionando sobre tus errores del pasado y arrepintiéndose de lo que has hecho, puede ser perjudicial si buscas que el cambio sea real. En lugar de eso, podemos usar nuestras experiencias del pasado para aprender de ellas y aplicar ese conocimiento en lo que vivimos ahora. Es necesario practicar el desapego para vivir el presente.
En lugar de pensar en “todo o nada”, celebra los pequeños cambios
No se trata de cambiar de vida y despertarnos un día con los objetivos cumplidos. No se trata de que un” todo o nada”, sino más bien de un proyecto lento en el que cada día vamos a ir cumpliendo objetivos.
Disfruta de cada paso. Celebra tus logros. Abraza los cambios cambiando tu perspectiva. Concentrarnos en una mejora progresiva y continua es mucho más eficaz que hacerlo en la perfección.
En lugar de descuidarte, prioriza tu bienestar
Estar bien, física y mentalmente, no es algo que debamos dejar de lado cuando queremos transformar nuestra vida. Al contrario. Practicar el autocuidado, como el JOMO, nos ayuda a estar mejor y ser más eficaces. No solo dándonos un respiro, también cuidando nuestra alimentación, haciendo deporte y dejando tiempo para nuestro ocio.
En lugar de rodearte de negatividad, cultiva relaciones positivas
Cuando te hablamos del efecto Galatea te hablamos del impacto que tenemos en las personas que nos rodean y el impacto que ellos tienen en nosotros. Si nos rodeamos de personas que nos animen a conseguir nuestros sueños, que nos inspiren, que nos apoyen y que nos quieran, estaremos alimentando nuestra transformación personal.
En lugar de tener miedo al fracaso, aprende de los contratiempos
John Maxwell es experto en liderazgo y autor del libro El lado positivo del fracaso: ¿cómo convertir los errores en puentes hacia el éxito?. En él, nos explica que convertir el fracaso en un valor positivo en cualquier ámbito de nuestra vida es un trampolín hacia el crecimiento personal. En lugar de tener miedo al fracaso, aprende de él y continúa adelante. Piensa que la resiliencia te ayuda a enfrentarte a las adversidades de la vida y a aprender de ellas.
El lado positivo del fracaso: Cómo convertir los errores en puentes hacia el éxito
En lugar de complacer a otros, establece límites
Qué difícil parece este punto, especialmente si eres una persona a la que cuesta decir que no, como la que escribe. Trabajar la asertividad no solo es algo práctico para nuestro trabajo, es algo vital para nuestra vida. De hecho una de las frases que más dicen las personas con confianza es “No”.
En el libro Cuando digo no, me siento culpable, de Manuel J. Smith, se explora cómo el decir “no” es clave para cualquier relación interpersonal. Piensa que las verdaderas conexiones se basan en la autenticidad y el respeto y no en complacer a los demás a expensas de tu propia felicidad.
Cuando digo no, me siento culpable (Clave)
En lugar de posponer tu crecimiento personal, comprométete con él
Aquella persona que quiere cambiar su vida debe ponerse manos a la obra y si realmente es un cambio en tu vida, debes comprometerte con ese cambio. Cuando empecé a ir al gimnasio lo incluí en mi día a día como una tarea laboral más para formarme a ese compromiso.
En lugar de descuidar la gratitud, cultiva una actitud de aprecio
Practicar la gratitud, con el resto del mundo pero también con nosotros mismos, es clave para progresar. De hecho ser agradecidos es tan importante que hasta es un hábito que tienen las parejas que duran más según la ciencia.
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