La Semana de la Moda de París está dejándonos algunos de los desfiles más impresionantes de este otoño. Hoy ha sido el turno de uno de los favoritos: Giambattista Valli y su universo de volumen, tules que flotan en colores pastel y romanticismo exacerbado. Allí, donde siempre puedes ir con lazo de terciopelo y eyeliner extremo, es donde nos gustaría quedarnos a vivir.
El desfile primavera-verano 2021 ha comenzado con un clásico de todos los años: los vestidos de tul en tonos pastel. Esta temporada el diseñador francés los acompaña de lazadas y detalles negros, que dan más peso a los diseños y encuadran a la perfección estas prendas de fantasía para que los rosas, lilas y amarillos no queden difuminados. En nuestra opinión es el mayor acierto de la colección.
A continuación han llegado los bordados florales, algo que Giambattista Valli hace de forma magistral. Para el próximo verano llegan de la forma más delicada, con fondos blancos y negros que dan protagonismo a ese encaje. Eso sí, la firma no sorprende ni saca los pies del tiesto con ninguna novedad, ha querido jugar sobre seguro y nos ha resultado un poco repetitivo.
Finalmente la gran sorpresa. Y es que Giambattista Valli parece haberse inspirado en Chanel para sus propuestas más de diario. Desde trajes de chaqueta hasta diseños de tweed, toques masculinos y el eterno black&white por el que siempre abogaban Coco y Karl. ¿Coincidencia? ¿Homenaje? Lo que es seguro es que Giambattista Valli sabe lo que le funciona y, aunque tiene propuestas deliciosas, no ha innovado esta vez.
Fotos | @giambattistavalliparis, Imaxtree.