La historia se repite y parece que no aprendemos. Las autoridades de Corea del Sur han encontrado sustancias tóxicas en productos infantiles de Shein, más de 400 veces por encima del nivel permitido en formaldehído y plastificantes. No es la primera vez que ocurre, en 2022 también se descubrieron tóxicos en prendas de Shein. ¿Qué se está haciendo para evitarlo y qué podemos hacer nosotros con lo que ya tenemos en casa?
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Cómo se controla la presencia de tóxicos en la ropa
Este descubrimiento tan nocivo para la salud pone de manifiesto la necesidad de una legislación que regule el uso de químicos en ropa a nivel internacional. En el caso de la Unión Europea está la REACH (Reglamento sobre Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Productos Químicos).
Esta ley establece los estándares en cuanto a cantidad y tipo de químicos que pueden estar presentes en la ropa para poder venderse dentro del territorio UE, para evitar daños en la salud humana y el medio ambiente.
Sin embargo, con el comercio online y la globalización de la industria este desafío es cada vez más complejo, porque las tiendas extranjeras (como Shein, Aliexpress o Temu) se establecen en China y no atienden a la misma normativa. Así, importan productos sin los controles necesarios.
En su momento, esta ley de 2006 solucionó muchos problemas, como la presencia de tóxicos en ropa de North Face, Columbia o Patagonia. Sin embargo, ahora debe ser adaptada a un mercado diferente, mucho más grande y global.
Cómo saber si la ropa que compraste en Shein tiene tóxicos peligrosos
Realmente no hay forma de saberlo, ya que las etiquetas ni incluyen los porcentajes de químicos que utilizan, solo los materiales de los tejidos. La única manera de saberlo sería llevarlo a un laboratorio y no parece una opción muy realista. Sin embargo, desde la OCU tienen algunos consejos para reducir el riesgo de sumar tóxicos a tu armario.
- Compra ropa hecha con materiales certificados como ecológicos.
- Lava la ropa nueva antes de usarla.
- En caso de reacción alérgica, deja de utilizar la prenda que te la haya causado y consulta a un médico.
- Cuidado con aquellas prendas que dicen ser "antibacterianas", "anti-olor", "anti-arrugas" o "fácil de planchar", ya que pueden contener aditivos peligrosos.
- No utilices ropa demasiado apretada.
- Opta por prendas de color claro.
- Evita la ropa plastificada y con sobreimpresiones, así como los botones metálicos y los cordones en la ropa de bebé, y el cristal y los pendientes en la ropa interior.
Por qué hay químicos tóxicos en la ropa
El uso de químicos en la producción textil está en todos los ámbitos. Se calcula que se utilizan unos 8000 químicos diferentes para crear tejidos sintéticos, entre los que el poliéster es el rey. Al fin y al cabo, el fast fashion depende de que los precios sean bajos y este poliéster es lo más barato que existe. Para trabajarlo hacen falta muchos tóxicos, desde el proceso de teñido y el lavado al acabado final.
En total se calcula que por cada kilo de ropa hay cinco kilos de químicos. Entre ellos, los más peligrosos son los PFCS: ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS) y otras sustancias perfluoroalquiladas y perfluoroalquilades (PFAS). Los más típicos son estos cinco y la OCU nos explica para qué sirven y cuáles son sus consecuencias.
Consecuencias de la presencia de químicos tóxicos textiles en la salud
- Ftalatos: mejoran la flexibilidad y la duración de la prenda, pero pueden afectar al sistema hormonal y reproductivo.
- Azoicos y dispersantes: se usan para teñir la ropa, pero pueden ser carcinogénicos como los azoicos o alergénicos como los dispersantes.
- Metales pesados: se usan en tintes y son tóxicos.
- Formaldehido: se usa para mejorar las propiedades antimanchas, antiarrugas o prevenir la aparición de hongos, pero es una sustancia corrosiva para los ojos, la piel y el tracto respiratorio que puede causar edema pulmonar. También altera los mecanismos endocrinos.
- Dimetilfumarato: se encuentra en algunos tintes y causa fuertes reacciones dérmicas por su alto poder alergizante e, incluso, puede dar síntomas respiratorios entre trabajadores expuestos.
Los tóxicos presentes en ropa y textiles nos afectan a todo, aunque la Unión Europea tenga un mayor control y exigencias sobre ello. Cuando lo detectan alertan a los consumidores, pero no siempre se dan cuenta a tiempo. Por eso, seguir las pautas de la OCU para prevenir estos químicos en la medida de lo posible es la opción más factible que tenemos en la actualidad.
Fotos | Prudence Earl, Sarah Brown, Marcus Loke, Alejo Reinoso vía Unsplash.
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