El Día Nacional de Mónaco se celebra por todo lo alto y la princesa Charlene no ha venido a jugar, ha venido a ganar. La royal es muy consciente de la elegancia que esconde un buen look en blanco y negro y nos ha deleitado con un estilismo que es pura sofisticación atemporal (sombrero incluido).
La princesa ha recuperado su pasión por los tonos neutros y hemos vuelto a ver a esa Charlene de Mónaco vestida de blanco que siempre parece una diosa de hielo inalcanzable. Esta vez con un abrigo largo hasta los pies y capa de invitada incluida para un extra de glamour.
No solo hay glamour en este abrigo que parece un vestido blanco de gala. También lo hay en los guantes de piel, en el cuello alto que asoma por el escote para crear un contraste impoluto y en ese sombrero de ala ancha, que nos muestra cómo llevar una pamela de yute en ocasiones especiales de invierno.
El estilismo al completo es inmaculado y digno de royals como ella. Pero ella no pierde la oportunidad de añadir siempre una pincelada más rock, ya sea con el corte de pelo de Charlene de Mónaco o con esta manicura burdeos casi negra que descubrimos al quitarse los guantes y da un toque moderno.
Fotos | Gtres.
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